Aike ||Pausada

7. La Feria parte 2

Nos alejamos del grupo, me ayudó a atravesar la valla que separaba la feria, de un camino detrás de la Rueda de la Fortuna.

—¿Dónde vamos?

—Eres graciosa, preguntas después de haber llegado hasta aquí.

Observé el camino que se marcaba en el suelo el cual parecía que iba cuesta arriba, estaba rodeado de árboles. El viento soplaba ligero desde aquí desordenando mi cabello, el cual até en un moño alto.

—Tienes razón, me regreso. —sentencié.

Me di la vuelta para regresar por donde habíamos pasado.

No pude logar mi cometido porque me tomó del brazo para aprisionarme entre los suyos.

—Lo siento. Confía en mí por esta ocasión, será inolvidable. Lo prometo.

Sus ojos buscaron los míos. No pude resistirme a aquella sensación que me provocaba el tenerlo tan cerca. Solo pude asentir y zafarme de sus brazos cortando el contacto visual antes de que me sonrojara, lo cual hubiera sido algo muy vergonzoso.

Anduvimos por aquel camino varios minutos hasta que el habló:

—Ahí está.

Se adelantó y trepó de un salto a una especie de peñasco. Me extendió su mano para que la tomara y de esa forma ayudarme a subir.

—Da la vuelta y bésame si lo que ves no te gusta. —dijo con una gran sonrisa contagiosa.

Ignorando su comentario por mi bien, me giré.

¡Diablos! Esa sí era una buena vista.

Unos pasos más adelante, un banco de madera junto a un árbol seco adornaba el lugar. Avancé hasta allí y me senté, segundos después Edan se sentó a mi lado.

—¿Y bien? ¿Qué opinas?

—¡Magnífico! 

Estaba demasiado emocionada. Se podía ver todo desde ese lugar. Estábamos en la cima de un pequeño acantilado, desde donde se divisaba toda la feria. A esa distancia las personas parecían pequeñas dichas de ajedrez que en cualquier momento podría mover a mi antojo. Todo se veía impresionante y se podía apreciar mejor cada juego de la feria, las luces y los sonidos ahogados provenientes de la misma.

—¿Cómo descubriste este lugar? —pregunté volviéndome hacia él. Se encontraba impasible, como si hubiera estado en ese lugar por mucho tiempo. Las luces de la feria iluminaban su rostro, se veía guapísimo.

—Te había comentado que no me gusta este tipo de eventos, ninguno en particular. —respondió con la mirada perdida en las atracciones de la feria. —Solía escaparme junto con Lyon a un lugar tranquilo donde no hubiera demasiadas personas, así es como descubrimos este lugar.

—Pero si no te gusta, ¿Por qué sigues asistiendo?

—Son mis únicos amigos, somos como hermanos. Siempre hacemos todo juntos, aunque eso intervenga en los gustos de otro.

—¿No les molesta eso?

—Hemos estado juntos tanto tiempo que aprendimos a sobrellevarlo como algo normal.

—¿Eres gay?

Creí que solo pensé esa pregunta, pero solo hasta que escuché a Edan reír caí en cuenta que en realidad había preguntado eso. Me atravesó entonces un pequeño miedo de que contestara de forma afirmativa.

—Los gemelos tienen novia, por lo que pude notar a Derek le simpatizó tu amiga, Lyon siempre ha sido reservado, y a mí—posó su mirada en mí. Sentí mi corazón acelerarse al sentirme tan cerca de la respuesta—me gustas tú—finalizó.