La maldición del pozo de lágrimas

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Mientras tanto en la ciudadela de los sabens, Holver estaba a las orillas del pozo de lágrimas, mirando como el aire formaba hondas en esas aguas mágicas. Tratando de entender como un pozo que ni por asomo era el más grande en Alejandría, tenía la peculiaridad del poder mágico.

Si, las leyendas dicen que un Dios dejo caer una lagrima en el pozo. ¿Pero por qué? Si él fuera un Dios, no elegiría un pozo tan pequeño como este para darle propiedades mágicas. Además estaba el asunto del porque sus poderes reaccionan al poder del pozo.

Él, nunca se lo había dicho a alguien, pero la energía natural es solo un concepto. Al momento de utilizar sus habilidades, él combinaba el mana natural o energía natural; el cual es el concepto que conocían más, Con su propio chakra. Había intentado usar esos poderes individualmente pero los resultados eran cuestionables.

El mana nunca tubo esa conversión de energía a poder mágico y su chakra nunca había mostrado afinidad con ningún elemento. Aunque todos aquellos que habían visto sus poderes quedaban sorprendidos, estos también tenían inconvenientes. Uno que se le venía a la mente muy seguido era que sus poderes estaban muy limitados.

Hasta ahora, nunca había logrado que sus poderes tomaran forma o crearan una reacción. Solo era un rayo luz que al momento de impactar con algo, explotaba.

Sus pensamientos son interrumpidos por una voz -¡Te estaba buscando!- él, joven sabens dirige la mirada al lugar de origen.

Era la reina que caminaba en su dirección, haciendo gala de su belleza sobre natural, esa figura esbelta y hermosa hacia juego perfecto con el cielo naranja rojizo del atardecer. Fue en ese momento que Holver se dio cuenta que había durado la mayor parte de la tarde mirando el pozo.

-Tengo algo que comunicarte- dijo la reina con ojos penetrantes, siempre le ponía nervioso al momento de estar tan cerca de ella.

-Dígame su majestad, ¿En qué puedo servirle?

-Mañana te quiero aquí al amanecer. Creo que por fin podremos contactar con esa deidad que te ha obsequiado tus habilidades únicas- proclamaba Zhandrys con un poco de emoción en su hermosa voz, cosa que era bastante extraña- también dile a tu hermano que busque a Jhoez mañana al alba, tienen un trabajo que cumplir.

Holver asiente. La reina sin más se retira, el joven sabens solo la veía irse mientras movía ese cuerpo despampanante. Vuelve a ver al pozo mientras se le venían a la mente los recuerdos de un lugar desconocido, calles de tierra negra con rallas amarillas, unas extrañas cosas que tenían ruedas negras y se movían muy rápido y muchas cosas que realmente no sabía cómo describirlas.

Si realmente esos recuerdos eran suyos, no se podía imaginar vivir en ese mundo donde todo era tan diferente. Con eso en mente se retira a su habitación, en la cual encuentra a Krall saliendo del baño.

Se había dado una ducha, y hasta donde el hermano menor sabia, no había tenido nada que hacer los últimos días ya, que la reina no le había puesto su primer trabajo como sabens rescatista. Holver se deja caer en la suave cama, había estado pasando los días pensando en cómo mejorar en el huso de sus poderes pero hasta ahora no se le había ocurrido nada.

-¿Te ocurre algo?- pregunta el hermano mayor mirándolo curioso.

-Hermano, ¿Cómo sabes que te estas volviendo más fuerte, si tus poderes siguen igual?- pregunta el menor mirando el techo con curiosidad.

Krall se toma un poco de tiempo para pensar su respuesta y finalmente comenta- la fuerza física tiene un límite, te das cuenta ese límite cuando entrenas y tus capacidades motoras no mejoran, pero el ser fuerte no es solo fuerza bruta. También repercuten las capacidades cognitivas y control de tus poderes, también ayudan mucho.

Alejandría- El origen de los guerreros {En creación}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora