La desición de Holver

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—¿Lexicatos, eres tú?— pregunta Holver incrédulo.

—¿Lo conoces?— pregunta aquel demonio llamado Zerverus.

El hijo de la sacerdotisa, toma su hombro herido, con la mano izquierda, mientras pregunta— ¿Holver… que haces aquí?

El sabens se acerca al elfo, preguntándole— Te vez muy mal, ¿Estas bien?

Cuando está apunto de ayudarlo a levantarse, el demonio le grita tajantemente— ¿Qué haces, por qué lo ayudas?

Holver se detiene y encara a Zerverus— es un amigo.

— ¡Pues tu amigo, fue quien se infiltro en la ciudadela!

— ¿Qué?— pronuncio el sabens, mientras encaraba a Lexicatos.

—El rastro de mis cazadores, me llevaron hasta él, y he de decir que fue muy fácil atraparlo— acto seguido, el demonio solo se ríe sin más.

—¿Es cierto?— interroga el sabens.

El jadeante hijo de la sacerdotisa, levanta la cara y ve a Holver a los ojos— ¿Estás de acuerdo… con el plan de ese demonio?

—¿Cuál demonio?— pregunta el chico, mirando alrededor.

—¡Eso es un demonio! ¿No lo puedes ver?— le Grita Lexicatos a su amigo, mientras ve a ese espectro de lava.

Holver voltea para ver de nuevo a Zerverus, para después asegurar— él es un emisario de un Dios, ¡No es un demonio!                       

— ¿Qué Dios?— pregunta Lexicatos, después de un esfuerzo titánico, para ponerse de pie.

Zerverus sonrríe de manera maliciosa, para después preguntarle— ¿Quieres volver a jugar chico?

El hijo de la sacerdotisa le lanza una mirada fulminante a ese demonio.

De repente, Holver se interpone entre ambos, mientras grita a todo pulmón— ¡Un momento, no entiendo absolutamente nada!— acto seguido encara al elfo— ¿Lexicatos, te escabulliste en la ciudadela, sí o no?

—Si— dijo firmemente él elfo.

—Entonces no hay nada más que decir, tengo que llevarte ante mi bella reina.

—Ahora permíteme a mí, hacer una pregunta. ¿Estás de acuerdo con el plan de ese monstruo?

— ¿¡Cuál plan!?— le grita su amigo, desesperado por saber de qué habla— desde hace rato, estás diciendo cosas sin sentido.

Lexicatos, luchando para mantenerse de pie, articula finalmente— no sabes nada cierto, te están utilizando.

—De que hablas— interroga el sabens confundido por las palabras de su amigo.

— ¡Tu reina ha hecho un trato con esa cosa que ha invocado en el pozo! Ellos destruirán Alejandría, han enviado a tu hermano a una misión suicida y quieren utilizarte como…

De repente, Lexicatos es golpeado por un látigo de lava que le da en la cara, y lo lanza un metro hacia atrás. Él elfo, posa su mano sana sobre su rostro, tratando de suprimir su creciente dolor, después de unos segundos, él chico se sienta, con la mitad de su cara tapada por su mano, mientras veía a Holver que estaba mirando el suelo, totalmente incrédulo.

No era posible, su amada reina nunca haría algo así, ella no sería capaz de hacer tales actos. Ella es un ser de luz, y amabilidad, le había dado hospedaje a él y a su hermano, era buena con él, incluso lo había entrenado para ser el mejor. ¡No! ¡Ella no podría hacer tal cosa!

Alejandría- El origen de los guerreros {En creación}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora