Uno de los peores días de todos los tiempos, Digamos que no pude dormir toda la noche pensando en el pecado que cometí.
No he podido concentrarme, no he dejado de tocar mis labios y pensando como pasó. ¿Encerio? ¿Yo lo bese a él?
Al parecer el profesor Dilton lo noto...
—¡Señorita _____!–Habló fuerte, he hizo que me sobresaltara–¿Le está prestando atención a mi clase?
—Si, si–Era obvio que no, pero el no dijo nada más.
El profesor Dilton, el por siempre soltero. Estaba enamorado de mi madre, si, así que eso me daba cierto nivel que los demás ya quisieran.
Aún sigo sin creerlo
*¡BESE A FINN!*
—No nos importa si lo besaste o no–Dijo alguien de la clase.
Ups.
Se supone que lo estaba pensando, me ruborice enseguida.
—Muchas gracias ______, por compartirnos esa información, se que es algo importante para ti. Pero creo que puedo asegurarte que eso no vendrá en el examen, así que presta atención.
Me encogi en mi asiento.
Millie sonrio, y yo le devolví la sonrisa.
Hice el mayor intento por prestar atención a la clase, pero terminaba recordando a cierto personaje que ayer tenía los labios fríos.
Por cierto, los labios de Finn eran tan sueves, podría decir que más suaves que los mios. Lo cual me enoja, pero ¿como era posible? El dichoso beso...
¿Como describirlo?
El maldito besaba bien.
No pretendía repetirlo, absolutamente no.
Volveré a ser la misma _____ que se peleaba con Finn diario, en cierto punto extrañaba mi atrevimiento al besarlo. Pero no sabía que había pasado por mi mente para hacerlo.
¡Nada! ¡No pasó nada por mi Mente!
Solo lo hice y ya.
Aceptalo.
Cuando la clase acabó, que por cierto sentí que era eterna. Escuché a mi profesor hablar.
—Felicita a Finn de mi parte. Seguro el beso fue interesante para tenerte toda mi clase en otro mundo–Sonrió.
El Señor Dilton era un buen profesor, y el pobre trataba de comprender nuestros problemas existenciales de pre-adultos reprimidos.
—Lo siento, no volverá a pasar.
—¿Entonces lo de Finn no es nada serio?–Pregunto.
—Es... Raro–Me senté–Se supone que lo odio ¡Usted sabe! Le he contado todo sobre el, es malo, cruel... La verdad no hay manera de de que me guste ¿comprende?–toque mi sien.–¿usted cree que deba seguir?
El profesor Dilton era más que mi profesor, de hecho era mi amigo.
—¿El te beso...?
Gruñi.
—Yo lo hice–Lamente–¡Yo fui! No puedo ni siquiera hacerlo sentir culpable.
—Ya veo... Te gusta.
—¡No! ¿Como podría gustarme un chico que me a hecho miserable la vida? Se burlaba de mis trenzas, destrozaba mi jardín, me jalaba las coletas, hizo de mi infancia un infierno–Dije exhausta.
—¿Entonces por qué lo besaste?
—¡No lo sé señor! Usted es maestro, debería saberlo todo.
Levantó las menos en seña de culpabilidad.
—Lo siento, tratar problemas amorosos no está en mi plan de trabajo–Pensó unos segundos–en la próxima capacitación pediré que hagan algo al respecto.
—¡Por favor! Nos haría un favor.
—Si, sobre todo por que eres la única alumna con la que trato estos problemas–Se rio–No todos son mejores amigas de sus profesores.
Frunci el ceño.
—Usted es una buena persona. Pero en estos momentos lamento informarle que esta haciendo un mal trabajo, tendré que ponerlo en el buzón de quejas escolares.
Piensa un momento...
Solo puso los ojos en blanco..
_______________________________________________Capítulo corto :(