Maraton 3/6
Inhale el rico aroma de Finn, me encontraba en el sillón con mis piernas sobre las suyas. Mís brazos rodeando su torso, y mi Cabeza sobre si hombro.
Tenía los ojos cerrados, la mano izquierda de Finn subía y bajaba sobre mi brazo izquierdo. Mi yo interno decía que esto era un pecado, que debería levantarme y golpearlo por haberme ignorado. Pero mi yo superior, decia que al demonio todo y que madurara.
Finn se removió para oler mi cabello, después se quedó así.
Estábamos así desde que llegué y le conté sobre mi estrés universitario, y el me calmo entre sus labios.
—¿Ya te encuentras mejor?–Pregunto y yo asentí–Es normal que estés estresada, es normal, hay mucha presión. Siempre habrá tensión, mucho más en la universidad. Y debes aprender a lidiar con ello.
Negué. No podía.
—No, es mucho. Siento que en cualquier momento me cansaré y simplemente no quedara otra opción que rendirme.
—No digas eso, eres muy lista. No dejes que la presión te gane, demuestra que puedes.–Dijo para después dar un beso en mi frente–Si así estas tu que eres muy lista, no me imagino como están los demás chicos que no son tan listos, como yo.
—No digas eso. Estas en la universidad, eso demuestra que eres muy Listo.
—Si, estudiar en la universidad en casa es la mejor elección que he hecho.–Rio.
Asentí.
Estaba bien, estár con Finn me hacía sentir bien. Es como si el estrés se fuera de la nada, intente moverme pero Finn me lo impidió, cuando quise moverme de nuevo Finn me apretó mas a él. Como si eso fuera posible, al ejercer más fuerza no le quedó más que soltarme.
—Me estabas asfixiando–Dije en necesidad de más aire.
—Perdón por tratar de mostrar mi cariño–Dijo molestó–Hago lo mejor que puedo ¿si?
—No tienes por qué, no somos nada.
Al parecer se tomó mi comentario muy mal. Pues frunció el ceño, y bufo. Molesto.
—Cómo sea.
—Mi mamá cree que somos novios o algo así–El casi escupe el zumo de naranja al escuchar eso.
—Ahora creera que estoy en la friendzone, y a mi nadie me deja en la friendzone. Yo las dejo en la friendzone.
—Tu madre... Le hablo sobre el beso–Me sonroje–Creo que ambas lo creen.
—Debí suponer lo.
(...)
Trataba de alejarme de Finn, pero era algo casi imposible, pues el me tenía acorralada como gallina en su sillón.
Seguro se pregunten ¿Por qué?
La respuesta es... El chocolate, quería embarrar mi rostro en chocolate como hice con el hace algunos minutos.
—¡Pará!–Dije alejándome, tenía ganas de hacerme pipí.
El me estaba haciendo cosquillas.
—Nunca, debes pagar las consecuencias–Trato de embarrar mi cara con chocolate, pero estire mi cuello como jiraba para evitarlo.
Se estaba acercando más y más a mi rostro, podía oler el chocolate. Me costaba respirar y estaba empezando a sofocarme, así que hice lo que la antigua yo haría.
Patee a Finn en su zona íntima.
De la nada sus dedos dejaron de tocar mi estómago para tocar su parte íntima y quejarse como una bebita.
—¡Maldición _____!–Chillo–Mis hijos.
Me sentí algo culpable de verlo ahí, quejándose del dolor.
–No es para tanto–Dije desinterésada.
—¡Acabas de dejarme sin hijos _____!
—Le hice un favor al mundo.
Después no me importo nada, y me tomo de los hombros. Y me llevó al sillón.
No le importo que su rostro estuviera lleno de chocolate. En el sillón se acercó a mi como si fuera a besarme, pero todo lo contrario. Puso su mejilla contra la mía, y empezó a moverse, como si nada. Así terminé embarrada de chocolate hasta el cabello.
—¡Hay, que tiernos son!–Se escucho la voz de Mary.
—Mamá ¿que haces aquí?–Habló Finn al ver mi incomodidad.
—¿Aquí? Pues vivo aquí–Dijo obvia–¿O que, me van a sacar para poder seguir con su amorillo?.
—Mamá–Dijo Finn apenado.
—Bueno, como sea. Me voy a la casa de Emma a contárselo todo, pero dejen de tirar tanta miel por la casa.–Dijo para después salir de la casa.
—Aveces pienso que le hace falta un tornillo–Dijo Finn.
—Pues a la mía le hacen falta varios.
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Helou✌🏻