-Entonces.... me vas a decir el verdadero resultado de las pruebas?
-Mario no te hagas eso...
-Lo necesito, necesito la verdad
-La verdad no siempre es lo mejor
-Me dices mucho y a la vez no me dices nada con eso, además, tengo que estar seguro de que al despertar Rebeka no va a ir con otro doctor a buscar las pruebas que has ocultado- el doctor lo miró serio
-No lo van a hacer te lo aseguro Mario- el moreno miraba angustiado al médico -Ademas soy el presidente de la asociación de médicos de España, nadie va a contradecir mi diagnóstico
-Padrino lo se, pero amaba a Rebeka, realmente, y se que estuvo mal quererla más que a Alex, pero necesito la verdad, por favor-
-Déjale pasta, de todas maneras le tienes que chantajear para que no lo demande por los tres balazos que le ha puesto, si le dejas suficiente dinero, yo tengo una prueba que va a hacer que Ander nunca haga nada en contra tuya o de Alex
-Y cuál es esa prueba?- el doctor miró con tristeza a Mario, le conocía desde que era un niño y había estado ahí en los momentos difíciles, cuando murieron sus padres y venía a él por consejos siempre que Alex se metía en problemas, y ambos siempre lo sacaban aunque no fuera tan legal, y sin embargo, jamás haría algo que separara a los hermanos, y sabía que las pruebas que tenía en sus manos harían exactamente eso.
-No importa hijo, solo ten por seguro que yo siempre los voy a proteger- le dio un abrazo y Mario salió triste de ahí, inmediatamente después de eso, el doctor tomó los resultados de un sobre y los incendió y luego tomó dos sobres más y los metió a su caja fuerte.
Cumpliría con la promesa que le hizo a su mejor amigo, siempre cuidaría a sus hijos de cualquier cosa.
Rebeka abre los ojos con pesadez, lleva horas entrando y saliendo de la conciencia, y se siente de la mierda.
La Luz le molesta en la cara y cuando por fin logra abrir los ojos del todo ve al doctor parado ahí, observándola
-Como te sientes Rebeka? - le pregunta con preocupación
-El bebé?- es su primer pensamiento y automáticamente se toca el vientre angustiada al no sentir nada
-Lo siento hija- el profesional la mira con pena y Rebeka no quiere entender lo que eso significa
-Dígame que mi hijo nació por favor- sus ojos se llenan de lágrimas
-Si, pero no ha sobrevivido, la bolsa amortiguó el balazo que te has llevado en el estómago, lo siento.- en ese momento el mundo se apagó para Rebeka, dejó de moverse, de pensar, de vivir. La noticia acabó con su vida. -Le voy a hablar a Ander, está bien? - en ese momento a ella ya no le importa nada, se acurruca de lado y desea que esto jamás hubiese pasado.
- Ey, está bien si entro? - Preguntó al abrir la puerta, Rebeka no dijo nada, estaba acostada de lado, y aunque al parecer su respuesta indicaba que quería estar sola, Ander no la iba a dejar - Rebeka, el médico ha hablado contigo?
- Sí - su voz sonaba ronca, y al acercarse se dio cuenta que tenía los labios blancos por la falta de agua, inmediatamente se acercó con un vaso de este líquido
- Ven, toma agua - la ayudó a sentarse, y al acercar el vaso la ojiazul bebió desesperadamente, y el rizado se sintió fatal, no podia imaginar desde cuándo no tomaba agua. La ayudó a tomar otro vaso más y se volvió a quedar acostada. Se quedaron en silencio un rato.
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Siempre en mi mente
General FictionNovela inspirada en los personajes de Élite. Parte de sus historias de la serie, pero adaptadas a un universo alterno