Dynamite

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Título aleatorio, solo por qué no puedo sacar esa canción de BTS de mi cabeza JAJAJAJAJJAA

Ander se sentía demasiado triste los días que Leonora no estaba con él. Tenía que admitir, que incluso cuando estaba con él, sentía el vacío de estar sin Rebeka.

Lo que más le dolía eran sus padres, estaban tan tristes, que sí, él sabía cuánto lo amaban, pero lo que sentían por Leonora? Probablemente iba más allá de lo que la mente pudiera comprender, la niña era su completa adoración, y podía sentir, el aura de tristeza que emanaba su casa cuando no estaba la niña.

Es increíble como un ser tan pequeño puede llenar tanto un hogar, y dejarlo tan vacío cuando se va.

En su trabajo las cosas tampoco iban tan bien. Amélie había renunciado, y él realmente necesitaba otro arquitecto en jefe, por qué era muy difícil dirigir tantas obras solo, literal le estaba consumiendo la mayor parte de su tiempo, y aunque eso era bueno por qué le ayudaba a no deprimirse por lo de su novia, le estaba quitando gran parte del poco tiempo que tenía con su hija, y hacía un esfuerzo monumental, para verla y no trabajar cuando estaba en casa, pero se le estaba haciendo tan difícil.

Por suerte Lucrecia había regresado a España, y realmente estaba siendo su salvavidas. En el ámbito personal y el profesional. A pesar de no ser arquitecta, su liderazgo nato lo estaba ayudando a dirigir de puta madre todo. Los detalles técnicos se los preguntaba a él, y era realmente tan inteligente, que rápidamente podía comprender todo y desenvolverse increíble.

Los días que no estaba con Leonora, lo sacaba a cenar, o al cine, siempre intentaba distraer su mente con alguna actividad, y aunque parezca extraordinario, los tres días que no estaba con su hija, la mexicana hacía que tuviera energía hasta para enseñarle a jugar tenis al final del día.

Se estaba divirtiendo mucho con ella, Lucrecia era la definición perfecta de una amiga. Era aquella persona que no te deja en el momento más oscuro, y que siempre se preocupa por su bienestar.

A Rebeka también le estaba yendo muy bien. Era increíble la fuerza que no sabía que poseia.

Durante meses se negó a dejar a Ander por que tenía miedo, pero realmente no era tan malo. Se sentía muy plena.

Hoy no le tocaba con Leonora, por lo que estaba sola en su apartamento, y aunque era algo que siempre había temido, no era tan malo. Estaba aprendiendo a disfrutar su soledad

- Pero que es esto?- sonrió al abrir la puerta y encontrarse con Guzman con un ramo enorme de flores.

- Una flor, para otra flor - ella rodó los ojos con fastidió

- No puedes ser más ridículo? - sonrió al recibir las flores

- Sí, sí puedo - soltaron una carcajada

- Me he enterado que Leonora estará con Ander, y estaba pensando, en qué quizás podíamos hacer algo - la ojiazul no sabía si era su imaginación, o si Guzmán parecía de alguna manera... Cohibido?

- Es una lástima. Pero tengo tres días para salvar el semestre, así que no pienso hacer otra cosa que no involucre memorizarme la constitución.

- Ahhhhh, pues estás de suerte. Me se la constitución de memoria - la pelinegra soltó una carcajada sonora.

- sí, y yo soy la madre Teresa de Calcuta, no te jode?

- Rebeka no es broma, sé una que otra cosa de leyes, podemos estudiar, confía en mí. Tengo métodos muy buenos - le guiñó el ojo.

- Bueno... Solo por qué me encantaron las flores - lo dejó pasar con una sonrisa en el rostro.

-Me flipa tu nuevo departamento, está muy cool.

Siempre en mi menteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora