Adios

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La pesadilla de Ander le había cambiado la vida, no podía dejar de pensar en su sueño, en como sería su vida. E

Era idiota, lo sabía, que solo por un puto sueño estaba sintiendo eso, pero es que escuchar a Rebeka decir que regresaría con Valerio, lo calaba.

Por qué si había una persona que lo hizo sentir temeroso en algún momento, fue Valerio, siempre estuvo ahí, como una sombra, asechando a Rebeka, insistiendo en que la amaba y la valoraba, en que era mejor que él, y le era difícil, imaginar que alguien más que no fuera él, tuviera el amor de Rebe, pero el de su hija? No lo concebía, que pudiera querer a alguien más que a él.

- Leonora, abrochate el cinturón ahora por favor- Rebeka lo miró extrañada al escucharlo usar ese tono de voz con la ojiazul menor, la niña también estaba sorprendida. - No me has escuchado? Abrochate el cinturón

- El abuelo siempre lo abrocha por mi - la niña exclamó.

- Bueno, pues ya eres lo suficientemente grande para abrocharlo tú.

- No es cierto, soy muy pequeña, hazlo por mi - puso una cara que hizo que su padre tensara cada fibra de su ser para no sucumbir a sus deseos

- No vamos a avanzar hasta que lo hagas. Y si llegamos tarde al colegio por eso, estarás castigada.- la madre de la niña levantó las cejas hasta la línea del cabello al escuchar esa declaración - No me has escuchado? - la pequeña, al darse cuenta de la seriedad de su padre, procedió a hacer lo que le indicaba.

Todo el camino fue silencio por parte de las tres personas en la camioneta, hasta que al llegar a la escuela, Rebe se percató que su hija iba llorando

- Ey, que pasa nena?

- Papá me ha regañado. - se sorbio los mocos con tristeza

- Tenéis que aprender a obedecer Leonora, me lo vas a agradecer cuando seas grande - Ander le contestó

- Nena, no puedes hacer lo que quieras siempre, vale? Obedecer a papá es importante- la pelinegra se sentía extraña, siendo ella la que consolaba a la niña cuando siempre era al revés.

Cuando se bajaron, la niña se negó a despedirse de su padre, y eso casi hace flaquear al rizado, por qué su hija era su adoración completa, pero no siempre podía ceder.

- Qué ha sido eso? - cuando estuvieron solos Rebe Indago curiosa

- Leonora está muy mal criada, eso nos va a traer problemas cuando sea grande

- Es exactamente lo que siempre te he dicho, va a ser como Lucrecia

- O peor ... -

- Lo que me extraña es que siempre has insistido que haga lo que quiera - seguía muy curiosa.

- No me gusta mucho que disciplinen a los niños - confesó con una mueca - Pero estoy seguro que la estamos malcriando a un punto, que nos va a joder cuando sea adolescente, peor que Guzmán, y mira que ese si sería un castigo, tener un hijo como los Nunier.

- Guzmán es una buena persona, para ser su mejor amigo, deberías saberlo.

- No conociste a Guzmán de adolescente, cuando tú lo conociste, la muerte de Marina ya había acabado con la mitad de su vida. Era diferente, un hijo de puta que no media las consecuencias de sus actos, y Leonora va que vuela para ser igual

- Que soñaste?- Rebeka cambio de tema, por qué hablar de Guzmán era lo último que quería en ese momento, que estaban tan distanciados.

- Nada - Ander se tensó ante la pregunta

Siempre en mi menteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora