Tenemos que hablar

96 4 17
                                    

Rebeka recuerda que desde que su padre murió le faltaba algo para ser feliz. Tenía una madre increíble, y siempre se sintió la más afortunada con ella, pero algo faltaba.

Luego entró en las Encinas y su vida se puso de cabeza, ganó más amigos que nunca, y amo más que nunca, pero aún así, algo faltaba.

Y luego nació Leo, nunca se había sentido tan completa, a pesar de tener 19 años, la primera vez que la tuvo en los brazos, supo que están llena, que nada le faltaba.

Hasta que regreso con Ander, por que cuando estuvieron los tres juntos, ella entendió que nunca había sido feliz hasta que los encontró, hasta que los tres eran una familia. Entendió que toda su vida había valido la pena para vivir esos momentos hermosos con Ander y Leo a su lado. Ya no tenía a su madre ni a su padre, había perdido a toda su familia, pero había ganado a otra más grande pero igual de sincera.

A veces cerraba los ojos y deseaba con todas las fuerzas de su ser regresar a aquellos días, pero aunque quisiera, no podía, el tiempo no se podía regresar.

-Rebe, es hora- Christian la trajo de nuevo al hoy, y ella se levantó de la mesa para caminar a donde estaba Ander.

De nuevo había cambiado toda su vida para estar con él, se habían mudado acá, y Leonora había comenzado la escuela, que era bueno, la pequeña estaba en uno de los mejores colegios de Europa, incluso las mismas Encinas se quedaban atrás con semejante colegio.

- Campeón- Ander tenía fruncido el ceño, pero por lo menos se mostraba con más ganas de vivir - Estas listo?-

- No, que nadie jamás me preparo para esta mierda, pero dale- a pesar de todo, el solo quería poder seguir adelante para proteger a su hija de todo

-No te voy a mentir, esto va a doler, pero eso es muy bueno, entre más duela, más sensibilidad estás recuperando- conecto algunos sensores en el cuello y Rebeka le tomó la mano. Odiaba ni siquiera poder sentir su toque.

Cuando Christian comenzó a presionar algunos botones, comenzó a sentir pequeñas descargas, nada significativo, pero conforme iba subiendo la intensidad, el dolor se hacía más insoportable....

-Lo has hecho muy bien- Rebeka le ayudaba a limpiarse las lágrimas después de que el tratamiento de hoy fuera el más doloroso que había tenido hasta ahora

-Estoy muy cansado- dijo débilmente

-Quieres que le pida a Christian un sedante?- el asintió y el médico le suministró lo que necesitaba. Antes de cerrar los ojos vencido por el cansancio, pudo ver como Rebeka se acostaba a su lado y recostaba su cabeza en su pecho, inhaló fuertemente y pudo percibir su olor. La amaba demasiado.











-Mi español favorito- cuando pudo recuperar la movilidad en su cuello y la fuerza para mantener erguida su cabeza, aceptó comenzar a recibir visitas, quería que sus amigos lo vieran lo menos deteriorado posible.

La primera que había querido ver era Lucrecia, y ella no había venido sola, Omar le acompañaba.

Sintió extraño verle después de tantos años, había pasado toda una vida desde aquella vez que le dejó, destrozando el corazón de ambos

-Lu. Perdona que haya pasado tanto tiempo desde la ultima vez que nos vimos, es que hace unas semanas sentía que moría, pero estoy mejor ahora-

-Es lo que veo, claro que vas a poder con esto amor, si es que tú eres un campeón papasito, lo vas a lOgrar-

-Si Ander, si has podido contra el Cáncer, créeme que esto será fácil, y nosotros vamos a estar al pendiente de ti- Omar hablo por primera vez - Nunca debí alejarme de ti, han pasado muchas cosas por mantenernos lejos- le tocó la mano y de nuevo Ander odio no poder sentir su toque

Siempre en mi menteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora