Rebeka odiaba las cenas de negocios de Ander, eran a su parecer muy aburridas, y siempre tenía que arreglarse mucho, por qué no podía ir de fachosa a una cena elegante con gente importante. Suspiró al abrir su clóset, se estaba convirtiendo en lo que odiaba, en una de esas señoras de élite que solo se preocupan por las apariencias, por qué eso era lo único que le importaba, parecer toda una dama, digna de Ander.
Se miro en el espejo una vez más antes de terminar de maquillarse, se veía hermosa, y probablemente nadie en este planeta lo pudiera negar, pero no se sentía así, eso era algo que había percibido últimamente, tenía la autoestima en el suelo. No importa cuánto se esforzará, se sentía fea y que no era suficiente.
Se miró nuevamente y terminó de peinar su pelo, aliso su vestido. Su figura era bella, los vestidos de satén como el que tenía le hacían ver bien, mostraban su delgada cintura, pero no se sentía suficiente
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Tomó su celular y abrió la cuenta de instagram que venía siguiendo hacía algunos meses. Se volvió a ver cómo para asegurarse que estaba en lo correcto y mirarse solo confirmo lo que quería hacer. Abrió el perfil de aquel cirujano plástico del cual había visto fotos de su trabajo y le mando un mensaje para agendar cita. Tenía planeado operarse el busto, aunque no eran pequeños, sus pechos le hacían sentir mal, pensaba que necesitaba más, quería parecer una modelo, algo que fuera suficiente para alguien como Ander.
- Ya has terminado, se nos está haciendo tar... - su novio se quedó sin aliento, a él le parecía hermosa. - Dios, estás bellísima. - Rebeka hizo una mueca sin estar convencida.
- No sé, siento que no lo lleno - hizo énfasis en su escote y Ander cerró los ojos con sospecha
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- De dónde has sacado eso? Si estás perfecta.
- No, no lo estoy y lo sabes.
- Joder, que tienes?- la tomó de la cara y le dio un beso rápido.
- Nada, que lo he pensado y me quiero operar, como para darme más volumen - el ojimiel frunció el ceño.
- No sé, a ver, que puedes hacer con tu cuerpo lo que quieras, pero a mí no me parece necesario, no me vas a gustar más o menos. - dijo con indiferencia, y aunque su objetivo era hacer sentir mejor a pelinegra, su comentario tuvo el efecto contrario, ella quería llorar, no importaba lo que se esforzará, no podría lograr que la quisiera más.
