I'm not afraid // Sanwoo

Capitulo 37

"Simples recuerdos"

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--Hace rato noté que tenías hambre así que te preparé algo de comida para que cenes--. Sinceró el pelirosa con una sonrisa a la vez que colocaba un plato con comida y un vaso con agua sobre la mesa.

El contrario miró el plato con comida sin decir nada y comenzó a comer sin ganas, las cosas que preparaba su amigo siempre eran muy buenas y deliciosas sin embargo, esa vez no era así. La comida le sabía muy amarga por lo que hizo una mueca de disgusto para luego beber un poco de agua pero aún así sabía que su boca estaba amarga.

--Perdón Jimin, la comida me sabe amarga--. Confesó al notar que su amigo tenía un semblante triste y que su ceño estaba un poco fruncido.

--Está bien. No te preocupes--. Mencionó el pelirosa--. Por cierto, mañana vendrá Jungkook con Hwanwoong, Ravn estará ocupado así que él lo traerá--. Aseguró con una sonrisa.

--Bien--. Fue lo único que dijo el pelinegro para luego levantarse e ir a su habitación sin siquiera dar gracias a Jimin por haberse desvelado.

Seonghwa se había ido a eso de las seis ya que debía ir a dejar sus cosas a su casa así que Jimin había dejado descansar a su amigo hasta las once, lo despertó y le dijo que bajara para comer, eran las once y media, nunca se había quedado despierto hasta esa hora de la noche por lo que su cuerpo ya pedía descansar, aún así sabía que San estaba muy mal y no podía dejarlo, él lo necesitaba mucho en ese momento.

Cerró la puerta de su habitación y se metió entre las sábanas para poder dormir, sin embargo, lo único que pudo hacer fue quedarse despierto mirando al techo con las manos entrelazadas, su mirada sólo mostraba soledad y dolor. De un segundo a otro las imágenes de Wooyoung a su lado comenzaron a pasar frente a él como si se tratase de una película, eso le dolía más.

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--Se mi novio, Wooyoung

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Las palabras le causaban un fuerte dolor en su pecho.

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--Debes prometerme que siempre estarás a mi lado--

--Sólo si tú me lo prometes primero--

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Aquellos recuerdos le dolían bastante, tanto, que las lágrimas no tardaron tiempo en aparecer y comenzar a descender por sus mejillas. Lo único que deseaba en ese instante era morir, Sí, morir, morir para estar a su lado y nunca des apartarse porque lo amaba mucho y lo extrañaba demasiado.

--¿Cuántas veces te dije que te amaba?--. Preguntó a la nada entre sollozos y con la voz partida.

No lo recordaba.

Llevó sus manos a su rostro y soltó a llorar sin control alguno, quería tenerlo a su lado para poder abrazarlo y decirle que lo amaba bastante y que nunca lo abandonaría, nunca le haría daño. Sentía un fuerte vacío dentro de el, su pecho dolía y su mente no podía más, su corazón estaba sufriendo igual o peor que su mente, no podía hacer más que llorar con fuerza al mismo tiempo que recordaba aquellos hermosos momentos que pasó a su lado, fueron pocos pero eran muy valiosos para él, y más en ese instante, en esa situación.