Hogar

52 10 0
                                    

Tisha se alejó lentamente de Shiruba sintiéndose un poco avergonzada, aunque en el fondo no quería soltar sus brazos fue abriendo sus manos hasta volver a incorporarse. Dibujó una sonrisa en su rostro y se giró hacía su amiga Nastya, quien había apartado la mirada algo incómoda, y la tomó rápidamente de las manos.

— No te preocupes, es una buena chica. Aunque se comporte tan seria y agresiva, conmigo es muy dulce y gentil. — dijo Tisha.

Shiruba suspiró y frunció el ceño incómoda. Nastya dudó unos momentos hasta que cedió ante la mirada esperanzada de su amiga, quien no había despegado sus ojos de ella mientras hablaba.

— Entiendo, veo que diga lo que diga no vas a cambiar de idea. Comprendo... — suspiró Nastya. — solo déjame preguntarte algo... ¿Donde se supone que se va a quedar ella ahora que su departamento está prácticamente inhabitable?
— Oh... Es verdad, en ningún momento nos estuvimos a pensar en eso. — Tisha bajó la mirada.
— No te preocupes yo---
— ¡Ya se! ¡Vas a venir conmigo! Mí departamento es pequeño pero cómodo. — Tisha sonrió mirando hacia Shiruba.
— ¿Que? Ey... No decidas cosas sin consultar, ni siquiera lo pensé. — Shiruba apoyó sus manos en la cintura.
— Es cierto, ¿Que otras opciones tenías en mente? — preguntó Tisha.
— Ah... Eh... Bueno, ninguna por ahora pero... — Shiruba volvió a fruncir el ceño haciendo una especie de puchero.

"Ah... Que adorable se vió justo ahora, tengo que dejarla en jaque más seguido" pensó Tisha conteniendo la risa mientras se tapaba la boca.

— ¿Y tus cosas? No creo que sea seguro volver allí enseguida, pueden estar buscándote. — dijo Nastya bajando la mano de Tisha quien se encontraba tentada de reír.
— Salvo algunos recuerdos familiares no hay nada allí que no se pueda recuperar realmente. Trato de no apegarme a las cosas ni a la gente. — dijo Shiruba encogiéndose de hombros.
— Ya veo, por eso quedaste en ese estado luego de la explosión. — Nastya se cruzó de brazos y sonrió burlona.

Shiruba la miró de reojo pero no respondió, solo suspiró y le devolvió una mirada desafiante, la que irritó a Nastya y dejó a Tisha sorprendida sin saber cómo intervenir.

— Bueno, me llevo a tu amiga entonces, tenemos cosas que hacer. Solas. — Shiruba forzó una sonrisa.
— Ah... Eh... — Tisha apartó la mirada nerviosa. — bueno, nos vemos Nastya, trataré de ir a la facultad próximamente, ¡Perdón por las molestias! — Tisha hizo una pequeña reverencia.
— Un segundo, antes que te vayas... Ven un minuto, tu asocial amiga no va a morir por quedar sola unos minutos creo... — Nastya volvió a mirar a Shiruba pero ésta la ignoró completamente.

Tisha caminó junto a Nastya hasta un cuarto del departamento. Sabía que ellas dos no se estaban llevando bien pero realmente no tenía idea de que podía hacer, si es que podía hacer algo.

— Tu amiga va a necesitar ropa nueva, llévate ese bolso que está cerca de mí mesa de luz, tiene bastantes cosas como para hacer más amena su estadía en tu casa.
— Gracias, ¡Que amable! Pero... — Tisha comenzó a revisar el contenido del bolso. — ¿Cómo es que tenías algo así preparado? Y ésta campera... Es parecida a la que ella usa...
— No es momento de andar haciendo preguntas, llevalo antes que ese intento de persona se canse y se vaya sola. — Nastya se acercó a Tisha. — Cuídate mucho, veo que esa chica tiene sus cosas especiales pero... Las personas que la siguen tienen igualmente cosas que ella no...
— Nastya, ¿Debería preocuparme por ti también? Hay algo que no me estás diciendo... — Tisha la miró seriamente.
— Lo lamento, no puedo decirte nada más por ahora, solo te puedo pedir que confíes en mí... — Nastya la tomó de los hombros. — realmente no hubiese querido que las cosas se den así, pero...
— No te preocupes, ¡Voy a confiar en que en su momento me vas a decir todo lo que haga falta! — sonrió Tisha. — así que no pongas esa cara.

Ambas sonrieron y Tisha se dirigió hacía el living donde aún la esperaba Shiruba, ambas dejaron aquel lugar ante la mirada de Nastya quien las observó marcharse hasta que las perdió de vista. En ese momento el celular de la joven comenzó a sonar.

— ¿Es que no pueden esperar ni un minuto? — dijo contestando el llamado. — Ya veo... No, no la he visto, si sé de algo le haré saber directamente...


Tisha y Shiruba caminaron en silencio, Tisha estaba un poco nerviosa por toda la tensión y Shiruba se sentía con la guardia baja recordando todas las cosas que había dicho. No era arrepentimiento, simplemente se sentía expuesta y más débil.

— Ey Shiruba... — dijo Tisha en voz baja.

Shiruba no respondió pero le devolvió una mirada.

— Aquellas fotos... Quedaron allí, estaba pensando...
— No importa. — Shiruba no dijo más nada.
— Ah... Es que me da pena que no tengas nada... — Tisha apartó la mirada.
— ¿Cómo que no tengo nada? Tengo cosas... — Shiruba refunfuñó.
— Ah, lo lamento no quise decir eso... No encuentro las palabras. Me refiero a un... ¿Hogar...?
— Eso que voló no era un hogar. — Shiruba caminaba con la mirada fija en la calle. — Jamás tuve algo así, viviendas sí obviamente pero... Un hogar, un lugar donde deseas volver, un lugar donde te esperan...

Tisha sintió que su corazón saltaba y apretó los dientes y los ojos.

"Maldición, lo arruiné..." Pensó.

— Tu tienes uno, ¿O no? — Shiruba preguntó sin mirarla.
— Bueno... Ya no vivo con ellos pero son bastante amorosos, me refiero a que es agradable pasarlo con ellos, en verano a veces jugábamos a las cartas, y en invierno preparabamos cosas ricas con mis padres, mis hermanos a veces peleaban obvio, pero igual nos divertíamos juntos, mamá y papá siempre nos retaban cuando nos iba mal en el colegio, una vez papá... — Tisha se detuvo a mirar hacía Shiruba quien siguió caminando sola sin decir una palabra.
La nieve había comenzado a caer, la silueta de la joven dragón comenzó a verse entrecortada por los copos de nieve y Tisha respiró hondo y suspiró, mirando el vapor que producía su aliento.

— Shiruba... Ey... — la llamó nerviosa.
— Eso... Es un hogar. Una familia amorosa. Yo realmente no sé... Que es eso. — dijo Shiruba mientras se detenía y giraba hacia Tisha.
— Lo siento, yo no... — las palabras no llegaban a su mente.
— No te preocupes. — Shiruba comenzó a caminar hacia ella y se puso a la par, al lado de ella mirando hacia el lado contrario. — simplemente no lo podrías entender porque tú tuviste todo.

Tisha abrió sus ojos de par en par mientras sentía que su garganta y pecho apretaban de dolor.
"¿Que estás diciendo? ¿Que estás diciéndome justo ahora? ¿Acaso te acabo de lastimar con ésto que te dije?" Pensó Tisha.

Shiruba, quien estaba casi de espaldas a Tisha, volvió a girar sobre si misma y tomó el bolso de Nastya que llevaba la joven morocha, que se encontraba tan shockeada que no pudo oponer resistencia y soltó el bolso apenas Shiruba lo agarró. La joven dragón comenzó a caminar nuevamente y Tisha se quedó allí helada con el corazón latiendo fuertemente y viendo la nieve caer.

 La joven dragón comenzó a caminar nuevamente y Tisha se quedó allí helada con el corazón latiendo fuertemente y viendo la nieve caer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Mí mejor amiga es un dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora