Retrospectiva

40 9 0
                                    

Tisha y Shiruba llegaron por fin tras una caminata en silencio, Tisha se sentía nerviosa y no sabía realmente como abordar la situación, por lo que simplemente entró al departamento y comenzó a abrir las ventanas mientras Shiruba apoyaba el bolso y revisaba que había dentro.

— Esa mujer... ¿Quien diablos es? — dijo Shiruba en voz baja sin darse cuenta.
— Nastya... Realmente no entiendo que pasa pero... Elijo confiar en ella.

Shiruba oyó ésto y giró su cabeza molesta mientras sacaba la campera de cuero roja y se la ponía. Al terminar de acomodarse se quedó mirando unos momentos a su alrededor y apretó los dientes.

— Me voy. — dijo Shiruba de repente.
— ¿Eh..? Pero si recién llegamos... Ni siquiera te diste un baño o--
— Abrí la puerta. — Shiruba no la miraba.
— ¿Pero que te pasa? Desde hace rato que lo estoy pensando pero... No hay necesidad de tratarme así, ¡Estoy tratando de ayudarte! — Exclamó Tisha, y luego apartó los ojos sintiéndose culpable por levantar la voz.

Shiruba oyó ésto pero no respondió. Tisha comenzó a sentir como algo presionaba su pecho y conteniendo las lágrimas trató de respirar hondo.

— Nunca entiendo que te pasa, parece que estás bien, que estamos bien y de repente te pones así, ya no entiendo que pasa o que debería hacer, cada vez que creo que algo mejora simplemente me apartas así, y me digo a mí misma que tengo que comprender pero... Duele mucho.

Shiruba la miró a los ojos pero no respondió.

— ¿Por qué? ¿Por qué tratar de esa manera a la única persona que te está queriendo ayudar? Y lo hago de corazón pero...

Shiruba bajó la mirada y tragó con dificultad.

— ¿Estás enojada? — dijo la joven rubia.
— ¿Eh? No... ¿Por qué estaría enojada? Es solo que duele...

Shiruba apretó sus manos.

— ¡Me molesta porque deberías estar enojada! ¿Cómo puede ser? Haga lo que haga pareciera que estás encaprichada con ayudarme...
— Eso hacen los amigos, ¡Se ayudan! Cómo me ayudaste a mí esa noche...
— ¡No lo hice por ser tu amiga! ¡Ni siquiera te conocía! Solo estaba buscando a esos hombres que--

Shiruba se frenó en seco. Tisha no dijo ni una palabra, solo se acercó lentamente para tomar el bolso y comenzó a acomodar la ropa en un mueble mientras la doblaba con cuidado sin decir una palabra.

— ¿Por qué? — dijo Shiruba. — ¿Por qué insistir así? ¿No ves que no vale la pena? No soy normal, ni tengo una vida normal... Probablemente solo muera en alguna circunstancia extraña y violenta sin que nadie me llore. Aún así...

Tisha no dijo nada, siguió doblando la ropa con delicadeza, vió que en aquel bolso había un bello Qipao chino con unos motivos dorados y un dragón oriental que cruzaba a lo largo de la tela como envolviendo la prenda. La extendió para ver toda la figura con detalle, y luego la llevó hacía sí misma aferrándose a él, luego lo apoyó en la mesa que la separaba de Shiruba y se alejó en silencio hacia su cuarto, Shiruba se quedó allí sin decir una palabra.
Unos minutos pasaron y la joven dragón comenzó a sentirse impaciente y decidió ir en busca de Tisha, sus ojos se posaron en aquella prenda que Tisha había sujetado con fuerza, la tomó y pudo ver aquellos bellos detalles, llevó una de sus manos hacía su rostro llena de frustración mientras con la otra sostenía aquel vestido.

Tisha se hacía recostado llena de angustia, ya ni siquiera quería llorar porque sentía que era en vano.
"Realmente... ¿Por qué quiero ésto? No es como si ella hubiese hecho algo por mí, simplemente fue una casualidad... Podría haber sido cualquier persona la que ella hubiera salvado sin querer"
Tisha dió vueltas en la cama con el corazón palpitando fuertemente, hacía fuerza para no derramar ninguna lágrima.

Mí mejor amiga es un dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora