Una mañana en paz

67 17 0
                                    

Ya era de mañana, Shiruba se encontraba pensativa, aunque no lo dijera le preocupaba el hecho de que Tisha estuviera en la mira de gente peligrosa debido a ella, aunque luego de lo ocurrido en el almacén ya no había marcha atrás tampoco. Tarde o temprano el jefe iba a encontrar el desastre dejado por ella al rescatar a Tisha, lo que tenía pensativa a Shiruba era que aquello había parecido más una prueba que una amenaza en sí, de haber querido hubieran asesinado a Tisha en cualquier momento sin la necesidad de un movimiento tan grande, por lo cual era claro que solo quisieron probar no solo si realmente Shiruba se presentaría sino hasta donde era capaz de llegar si era presionada. Ciertamente matar no era el estilo de Shiruba, no era algo que eligiera ni disfrutara, pero era algo que no dudaba en hacer de ser estrictamente necesario.
Shiruba estaba inmersa en un mar de dudas y preguntas, Tisha se encontraba tranquila preparando algo de desayuno mientras bostezaba, aún no habían podido descansar desde la noche anterior.
- Shiruba... - la llamó Tisha.

Pero no respondía, estaba realmente ensimismada pensando, Tisha se acercó con ánimo de sorprender a Shiruba por el simple hecho de divertirse. Se acercó en silencio mientras la observaba aún mirando por la ventana, en ese momento posó rápidamente sus manos sobre los hombros de Shiruba queriendo sorprenderla, a lo que Shiruba reaccionó rápidamente y girando sobre si misma de un salto se apartó a una velocidad sobrehumana cayendo hacia atrás cerca de la entrada a la habitación. Tisha se quedó atónita mirándola mientras Shiruba agitada respiraba hondo y se iba reincorporando.
- P-perdon... Solo quise... - Tisha se encogió de hombros.
- Está bien. - dijo Shiruba bajando la mirada. - la que está mal soy yo.
- No... No es eso, debería ser más considerada... - dijo Tisha con una sonrisa triste.
En ese momento Tisha notó que algo comenzaba a tostarse y corrió hacía la cocina dejando a Shiruba. Era un pequeño departamento así que desde donde se encontraba la chica dragon podía ver un poco a Tisha sin esfuerzo. Suspiró hondo nuevamente y en vez de ir hacia la cocina se adentró al cuarto, miró un poco a su alrededor, habían algunas colecciones de libros, unos cuantos adornos, pero por más que miró no vió ninguna foto en ningún lugar ni de ningún tipo.
- Shiruba, ésta vez no hagas nada raro y vení a desayunar.
- S-si... - dijo mientras caminaba un poco nerviosa. Era la primera vez en mucho tiempo que compartía una comida así.



-¿Q...que? ¿Que es ésto? - Shiruba no salía de su asombro.
- Es un regalo, lo había comprado hace no mucho pero nunca encontraba el momento par---
- ¡No es eso a lo que me refiero! - exclamó Shiruba nerviosa.
- Ah... Perdón, ¿Acaso no te gusta el color rojo? Había pensado en verde pero me pareció m---
- ¡No, no, no! No es eso lo que... - Shiruba suspiró y tomó el regalo con una mano mirándolo de reojo para comprobar lo que estaba pasando.
En sus manos se encontraba nada más ni nada menos que un pijama enterizo de Dragón, ¿O sería una lagartija? Realmente no podía terminar de dilucidarlo.

- ¿Que se supone que haga con ésto? - preguntó Shiruba aún examinandolo.
- ¿No me digas que no sabes para que sirve? - Tisha abrió grandes sus ojos sorprendida.
- ... por supuesto que sé que es, ¿Que parezco? ¿Un alien? - respondió Shiruba.
- Bueno, yo no te veo muy normal que digamos. - rió Tisha.
- ¿Q-que demonios? No me hagas poner violenta.

Shiruba se fue dando pasos rápidos y pesados mientras Tisha terminaba de servir todo en la mesa, estaba buscando algo en la heladera mientras se reía internamente de la expresión de Shiruba al ver aquello. En ese momento sintió que ella había vuelto y al asomarse, creyendo que no había chance de que lo use, fue que casi sin poder reaccionar vió que efectivamente Shiruba llevaba puesto aquel regalo, por supuesto su cara era de muy pocos amigos y ni siquiera podía dirigirle la mirada a Tisha, pero aquella imagen quedó grabada en las retinas de la joven universitaria, quien sin decir una palabra fue caminando hacia donde estaba Shiruba, pasó a su lado sin ningún tipo de gesto, siguió hasta su habitación, y de su mesa de luz tomó sus anteojos, se los puso y la volvió a mirar.

- ¿Que carajo? Estás loca. - dijo Shiruba molesta bajando la mirada y girandose avergonzada.
- No, efectivamente... ¡Elegí el talle correcto!- dijo Tisha tomando la cola de dragón del talle y abrazándola como si fuera un peluche.
- ¿Q-que...? - Shiruba la miró de reojo tapándose la cara para que no la vea.
- Aaahh... Es tan suave, si no fuera un regalo me lo hubiera quedado para abrazarlo todas las noches... - Tisha seguía abrazando mientras sonreía la cola de dragón del traje.
- Ya basta. - dijo Shiruba comenzando a caminar hacia el desayunador. - vamos a desayunar de una vez.
- ¡Si, mí capitán! - dijo Tisha saludando antes de ir tras Shiruba.

- ¡Si, mí capitán! - dijo Tisha saludando antes de ir tras Shiruba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mí mejor amiga es un dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora