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Capítulo 45

Fue increíble, absolutamente increíble, ya pesar de Sorvolo que describe el palacio de los enanos a él, Harry nunca había esperado que se vea como este . Debería haberlo sabido... Mientras que a los Goblins les gustaba acumular oro, los Enanos preferían gastarlo o convertirlo en objetos hermosos, los amplios espacios llenos de belleza e iluminados por una intrincada red de espejos para que la luz del sol llegara hasta aquí. Era tan extraño saber que existía algo así debajo de los páramos en el suroeste de Inglaterra, y Harry se preguntó por qué nunca se había descubierto, o se hablaba de ello incluso entre los magos.

Los enanos se apresuraron por los pasillos, ruidosos y alegres, mujeres y hombres con una armadura que no combinaba con una tela lisa, aunque su género era un poco difícil de distinguir para Harry ya que ambos tenían vello facial. Una cosa muy peculiar fue que muchos de ellos usaban máscaras de animales, generalmente de liebres o cabras. Había visto enanos antes, cuando Lockhart les había hecho cantar canciones de San Valentín y los había disfrazado de ángeles, pero no se parecían en nada al grupo alegre que veía ahora. Le envió la imagen a Marvolo, cuya boca se curvó con diversión.

El otro clan, los Enanos de las montañas de Escocia. Quizás podrías mencionar al otro clan en ese contexto, aunque no serviría de nada si se enteraran de eso.

Probablemente mejor no entonces.

Marvolo tarareó y aceleró un poco el paso mientras Harry seguía mirando alrededor a todo lo que había que ver. Habían llegado a una especie de mercado, donde la mayor parte de la comida que se vendía parecía ser carne, hongos y varios tipos de raíces y tubérculos. Harry sabía que no debería seguir comparándolos con los Goblins en su mente, porque se sentirían seriamente ofendidos si dejaba escapar eso, pero no pudo evitarlo. Esta sociedad era muy diferente y, sin embargo, similar al mismo tiempo.

La arquitectura era similar, el sentido de una sociedad colectivista penetró en cada rincón del palacio, y su amor por el subsuelo y los metales preciosos y las gemas también fue parte de ambas culturas. Sin embargo, Harry decidió que a primera vista le gustaban más los enanos. No tenían un aire tan altivo a su alrededor, posiblemente porque nunca habían estado realmente en guerra con los magos, manteniéndose en secreto y teniendo ya muchas guerras entre los dos reinos. También recordaba vagamente algo sobre los enanos luchando contra los goblins, pero no estaba muy seguro de eso. Podría haber sido algo con lo que había soñado cuando se quedó dormido en Historia de la Magia con el zumbido de la voz de Binn, sus sueños a menudo protagonizados por el tema del que hablaba el fantasma, pero en un contexto completamente diferente.

Los pasillos dieron paso a túneles largos y anchos que se hundían más profundamente en el suelo, los espejos ya no se usaban aquí, tal vez por el ángulo, las antorchas en cambio iluminaban las paredes de tierra, un patrón de finas líneas doradas cubriéndolos como si el sol golpeara una telaraña. Después de lo que a Harry le parecieron siglos, el túnel terminó al principio de un largo puente, dos robustos enanos con hachas tan grandes como ellos lo protegían.

" Za Voldemort ... Ta shiu cheet." El enano izquierdo habló, más impasible de lo que Harry había visto a cualquier otro enano hasta ahora.

" Ta shiu cheet, Ut anad ard-reiltagh cheet". Marvolo respondió con fluidez, algo por lo que Harry lo admiraba mucho. ¿Había realmente algo que este hombre no pudiera hacer? Trató de captar el significado a través del enlace, pero Marvolo no podía hablar y traducir para Harry al mismo tiempo, por lo que todo lo que podía recibir eran las emociones que estaba sintiendo, que actualmente no eran muchas.

"¿ Cre hon ?" Respondió uno de los Enanos, entrecerrando los ojos y agarrando el hacha un poco más fuerte, la punta de repente se inclinó amenazadoramente hacia adelante, aunque mínimamente lo suficiente como para no ser considerado una amenaza absoluta.