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Capítulo 55

Mientras Harry y Ron estaban ocupados esperando a su amigo, Shay exploró el castillo para reunir a los espías en Hogwarts. Tenía que admitir que el Señor Oscuro había sido minucioso: lograr colarse en cuatro espías en el único edificio que querías tomar sobre todo no era una hazaña pequeña. Por lo que había escuchado, Snape había estado allí desde la última guerra y era un buen espía, un brillante oclumen y un maestro de pociones. Él era un miembro de la Orden del Fénix y había vacilado entre las lealtades antes de tener que decidirse por la Oscuridad por razones desconocidas para ella.

Sameer Atiyeh también había trabajado para Voldemort durante mucho tiempo, y Shay tenía mucha información sobre el hombre. Era un Mortífago que siempre había permanecido en el Segundo Círculo para no llamar demasiado la atención hacia sí mismo. Eso no significaba en lo más mínimo que fuera menos poderoso que aquellos que habían escalado hasta el primero: Sameer era un luchador que había escapado del Gremio de Asesinos y viajó con Voldemort cuando aún era un niño, se probó una y otra vez. en el campo de batalla, y se abrió camino hasta el Ministerio. Había estado en el equipo de Fudge de Elite Fighters de confianza, todo el tiempo espiando para el Señor Oscuro. Recientemente, después de la caída de Fudge, se había infiltrado en Hogwarts como profesor de Defensa de las Artes Oscuras. Ciertamente era útil que necesitaran un nuevo maestro cada año,

Y hablando de la necesidad de profesores, también estaba el nuevo profesor de Herbología Caladium Ambrosius, ya que la guerra había reclamado al último que había ocupado ese puesto. Este hombre era uno del que ella sabía menos, ya que no era un mortífago oficial y había entrado recientemente en escena. Era un simpatizante que había sido neutral en la última guerra y se inclinó cada vez más hacia la Oscuridad después. Le había ofrecido sus servicios al Señor Oscuro después de convertirse en profesor en Hogwarts hace unos meses. No era un espía oficial, ni siquiera un seguidor oficial, pero Voldemort esperaba informes de él de todos modos ahora.

Y, por último, necesitaba encontrar a Eyolf, con el que menos esperaba hablar: crecido en el gremio de asesinos como ella, pero en la parte superior de la cadena alimentaria en lugar de en la parte inferior, ya que él tenía magia. Detestaba a cada uno de los asesinos del Gremio que habían crecido con el lujo de ser considerados valiosos. Shay había oído de Harry que Eyolf había hablado de la forma en que odiaba gremio y que pensaba que el entrenamiento había sido difícil. Ella apretó los dientes para no gruñir en su odio hirviente.

Había venido a Hogwarts una vez antes para hablar con él en la víspera de Año Nuevo, lo que no había ido bien: una breve charla se había convertido rápidamente en una discusión sobre las cacerías de muggles que el Gremio usaba como entrenamiento, y había sido un doloroso recordatorio para ambos. de ellos como en su última cacería de muggles que había luchado contra Eyolf, perdiendo un dedo pero dejándole una cicatriz también. Ella se sorprendió honestamente que de todas las personas, que había recomendado su a Voldemort. Quizás solo quería que la mataran.

Decidiendo que era mejor terminar con la peor parte primero, y también porque Eyolf era el único de los cuatro que no era profesor y, por lo tanto, no tenía ninguna posibilidad de estar en una clase en este momento, fue a buscar al otro asesino. . Era una pena que Harry no le hubiera dado el mapa, pero al menos había visto su nombre antes, en una oficina junto al vestíbulo de entrada del castillo. Se coló silenciosamente a través de largos pasillos de piedra, probando cada paso. La última vez que estuvo aquí, se quedó atascada en una escalera y le tomó mucho tiempo encontrar una manera de liberarse. Había sido entrenada con magos, pero todavía no tenía mucho conocimiento sobre hechizos y maleficios y todas esas cosas. No se le había ocurrido que un edificio escolar estaría lleno de trampas mágicas de todas las cosas.

Bajó mucho más rápido ahora que ya conocía a medias el diseño, tanto de la última vez que había estado aquí como del mapa. Muy pocos estudiantes estaban en los pasillos en este momento, e incluso cuando se encontró con pequeños grupos de ellos, los hechizos lanzados sobre ella, combinados con los muchos escondites y sombras, fue un juego de niños pasar desapercibido. El principal obstáculo era la gran escalera de mármol abierta de par en par que conectaba el vestíbulo de entrada con el primer piso. Podría haber habido escaleras o algo así en otro lugar que se conectara a la planta baja, pero ella no tenía tiempo para explorar todo el castillo en este momento, y entonces habría necesitado encontrar el camino a la entrada desde allí.