Visitante

Capítulo 63

05-02-2002

Las estatuas miraban a Ottery St Catchpole, tomadas de la mano y brillando bajo el sol de la tarde. La ciudad había crecido mucho desde que Harry la visitó por última vez y las estatuas, que alguna vez fueron rechazadas por la población en general desde que se agregó la segunda, ahora eran el orgullo de la ciudad. En este momento, banderas y silenciadores los cubrieron de naranja para celebrar la victoria de los Chudley Cannons al ganar los Nacionales. Harry saludó a Kyle, quien había sido su Guardián durante cuatro años, desde que Lucian no pudo seguir jugando debido a una grave lesión en la cabeza. Los fanáticos estaban haciendo fila, pero Harry solo tenía ojos para la persona parecida a un hada sentada al pie de las estatuas, acurrucada entre sus pies.

"Hola Luna", habló Harry cuando se acercó a ella. '' Veo que sus largos años de perseverancia dieron sus frutos, realmente logró hacer de esta ciudad un lugar de reunión animado ''.

"Es lo menos que puedo hacer por ellos", dijo la mujer con serenidad, asintiendo con la cabeza a lo largo de sus palabras y haciendo un vago gesto con la mano hacia los rostros bronceados de Ginny y Neville. '' Gracias también por el apoyo. Sé que los equipos de Aurores que intentaban que me detuviera vinieron por orden del Alto Ministro. Solo pude terminar la estatua de Neville una vez que se detuvo y no la volvieron a destruir cada vez ''.

Harry sonrió con ironía ante eso. '' Lamento no haber podido convencerlo en primer lugar para que lo pusiera aquí. Sé que Neville estaba del otro lado y todo eso, pero no era como si nadie supiera públicamente dónde se encontraba, solo que era un sangre pura ''. Había sido difícil convencer a Marvolo de eso, quien estaba vehementemente en contra de la idea de honrando a una persona que había intentado quitarle la vida a Harry. Aún así, después de casi un año de peleas al respecto y Harry no se rindió, el otro hombre finalmente decidió que más protestas ya no valían la pena y permitió que la obstinada Luna creara su monumento. Harry estaba feliz de que la estatua al menos coincidiera con la de Ginny. Había visto las creaciones de Xenophilius y había esperado que a Luna no se le ocurriera una grotesca mezcla de materiales. Agradecidamente, la única parte de la estatua que no era de bronce era una planta de vida que creció en la tierra en las manos ahuecadas de Neville, para mostrar su amor y talento en la Herbología. Sus aspiraciones habían sido convertirse en profesor de Herbología, algo que Harry nunca había conocido mientras el niño estaba vivo.

Fue llamado de nuevo a la multitud por la horda de fanáticos, y con una sonrisa generosa que había tenido que practicar en el espejo para mostrar algo más que una mueca nerviosa, se dio la vuelta y enfrentó la mezcla de papeles sobresalientes. bolígrafos, pergamino y canillas. Una bandera en medio de la multitud lo hizo detenerse, un par de brillantes ojos verdes pintados sobre tela negra y naranja en alto en el aire. Confíe en los hiper fanáticos para convertir lo único que hizo que su popularidad cayera masivamente en un momento en una mascota de algún tipo. Aunque para ser justos, Harry todavía no sabía si la caída había sido por su repentina alteración de apariencia, o por la declaración oficial de su matrimonio con Marvolo. Ambos habían ocurrido poco después el uno del otro, por lo que no estaba muy seguro. Bueno, ya no importaba.

Las voces se silenciaron un poco mientras se dirigía a la multitud, una habilidad que también había tenido que aprender a lo largo de los años. Habían pasado casi seis años desde que dirigió el equipo, y había sido un viaje salvaje. Estaba feliz donde estaba ahora, pensó Harry. Sin duda, su trabajo también era bastante conveniente. Cualquier trabajo de oficina se habría enfrentado con la Muerte que llamaba regularmente a su puerta, habiendo seleccionado otro objetivo para él. Resultó que el ser había salvado a todas las personas que quería eliminar de sus líneas de tiempo naturales y ahora todas las arrojó a Harry para que las matara. Era muy maravilloso cómo el mundo no se había sumido en un caos absoluto considerando la cantidad de personas que existían y que aparentemente eran una gran amenaza para su equilibrio. Aunque nunca expresó sus pensamientos, Harry sospechó que a la Muerte le gustaría poder hacer trampas con sus propias reglas un poco demasiado. Entonces otra vez