Especial 2

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Yoongi ha estado actuando raro.

No raro como aquella vez que fuimos a un centro comercial y no paraba de preguntarme qué celular me gustaba más sólo para que me lo regalara una semana después en el día de mi cumpleaños porque, según sus palabras, "el que tenía ya estaba muy viejo".

No extraño como cuando está un poco enfermo y su cabeza duele mucho pero quiere que yo no me dé cuenta aunque inconscientemente habla más bajo y se mueve más lento de lo usual, manteniendo sus ojos casi cerrados.

Tampoco distinto como cuando sabe que la enfermedad que padece su madre empeora sólo un poco, preocupándose por ella, por su edad y porque ejercite su memoria a diario al decirle que haga sudokus o crucigramas.

Es un tipo de rareza que nunca había visto.

Y me preocupa. Mucho.

Porque sinceramente no sé qué hacer.

—Voy a dormir— dice mientras camina hacia la recámara. Observo la hora en mi celular, son apenas poco más de las ocho de la noche, pero él se ve tan cansado que no puedo pedirle que se quede conmigo una media hora más haciendo nada mientras veo algún programa de talentos en la televisión.

—Descansa, en un rato voy— le digo a lo cual nada más escucho un quejido afirmativo como respuesta, seguido de sus cansados pasos subiendo las escaleras.

Acaricio la cabeza Park, justo entre sus orejas, quien está recostado sobre mi regazo. Escucho la televisión a lo lejos pero realmente dejé de prestarle atención desde que Yoongi se levantó del sillón.

Suelto aire, recordando que la última vez que noté a Yoongi como siempre fue hace semana y media. Simplemente un día se fue a trabajar, regresó y su mal humor (o lo que sea que tenga) apareció sin irse.

Pensé que se trataba de algo relacionado al trabajo, al fin y al cabo, no era la primera vez que me comentaba que algún trámite no estaba listo cuando lo necesitaba o que cierto empleado no hacía bien su trabajo, pero al final era sólo eso: una molestia que duraba un par de horas y al día siguiente estaba como nuevo.

Por eso, se me hizo raro que su mal humor no se fuera ni al día siguiente ni a los tres después de eso. Le pregunté si algo estaba mal hace un par de días, pero su respuesta tampoco me sirvió de mucho.

"No es nada, sólo cosas que pasan" dijo aunque yo no entendí nada.

Es como si una muralla hubiera nacido entre ambos de la noche a la mañana y, honestamente, no tengo idea de cómo tumbarla porque es la primera vez que nos ocurre algo así. Me quedo pensando sobre eso durante un buen rato, justo como últimamente lo hago cuando estoy solo, tanto que no me doy cuenta que Park busca alejarse de mí hasta que me rasguña la mano con la que le acariciaba, dejándole ir de inmediato debido al ardor en mi piel.

Decido ver un poco más de ese programa que sé que es malo pero aún así no me pierdo cada semana. Bailes por aquí, cantos por acá, nada nuevo. Suelto aire, tomando el control de la televisión para después apagarla e irme a dormir, no sin antes pasar por la cocina por un vaso de agua.

Cuando lo termino de tomar, y estoy a punto de irme de allí, veo en el piso un pequeño rectángulo gris con unas cuantas letras impresas en él. Una vez me acerco a tomarlo, me doy cuenta que es una tarjeta de negocios.

Kwon Jaebum 
Recursos humanos
M.O.V. Transportation.

Es lo único que leo además de un par de números telefónicos. Dejo la tarjeta en la mesa del comedor, sabiendo perfectamente que le pertenece a Yoongi aunque estoy casi seguro que no es de la empresa en la que trabaja.

Three times alone | YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora