La luz del sol apuntando directamente sobre mi rostro me despierta, logrando que me moviera y estirara mi tenso cuerpo. De inmediato siento dolor en mi pelvis y en la cabeza; tallo mis ojos con fuerza, obligándome a despertar.
Agradezco que sea domingo, de otro modo no hubiera podido darme el gusto de amanecer en una casa ajena ni haber pasado aquella noche tan buena como la de ayer… Ah… Ayer no sentía esta pesadez con la que siempre cargo, sino me sentía liviano, libre, desconectado del Jimin de hace unos ocho años. Echo un vistazo al otro lado de la cama, me encuentro solo en ella; extrañamente un nudo se crea en mi estómago al darme cuenta de ello: solo, de nuevo la soledad me acoge en esos brazos tan grandes y dolorosos.
Me incorporo, debo de suponer que mi cabello y rostro lucen como la mierda, pero no me importa mucho, bajo la mirada a mi pecho y veo un par de marcas rojizas hechas por Yoongi a lo cual sonrío sin querer hacerlo mientras las toco con la punta de mis dedos. Trato de acomodar un poco mi cabello, aprovecho mi soledad para colocarme la ropa interior y no pasar por los vergüenza de que él me vea… Una cosa es lo que ocurre en la noche con ayuda del alcohol, ese es un Jimin muy distinto al de la mañana, al verdadero Jimin, al que está podrido.
Cuando tomo mis pantalones para vestirlos, la puerta de la habitación se abre sin previo aviso, visualizando a un Yoongi recién bañado, con una toalla blanca cubriendo su parte baja del cuerpo, con el cabello mojado y despeinado. Hacemos contacto visual, mientras él opta por sonreír, yo decido alejar la mirada y concentrarme en lo que hacía.
—Así que ya despertaste— afirma lo obvio, así que no sé qué contestar.
—Uh… Si… Ya me iba— le trato de cortar. Como ya he dicho, no me gusta crear ese tipo de lazo privado entre las personas con las que follo, porque sólo son eso, personas con las que me acuesto, ni pareja ni amante ni nada. Concentro mi vista en mis pantalones, ingresando una pierna en el lugar correspondiente, hasta que la voz de él me interrumpe.
—¿No quieres bañarte?— me pregunta sereno, sin ninguna doble intención de por medio. Supongo que trata de ser respetuoso a que ayer no nos limpiamos ni nada; a decir verdad, no me vendría mal un baño, aunque no me sentiría a gusto haciéndolo en un lugar que no es mi casa.
—Uh, yo no creo que…
—Hay una toalla extra en el baño, y por el shampoo no te preocupes, puedes tomar el que está allí. La puerta es la que está frente a esta— me interrumpe y sale de la habitación a algún lugar del cual no tengo idea. ¿En serio lo voy a hacer? Realmente lo necesito y deseo, siento mi cuerpo sucio, lleno de sudor y fluidos así que resignado, tomo el resto de mi ropa, salgo de la habitación verificando que Yoongi no esté cerca y a gran velocidad cierro la puerta de madera para de inmediato abrir la otra, adentrándome de inmediato en lo que es el baño, no sin colocarle seguro, evitando que alguien pueda entrar.
Me observo en el espejo, localizando la mayoría de pequeñas marcas en mi cuerpo. Le doy un vistazo a mi cara, es cierto que me veo jodido, pero de cierta forma, también un tanto más vivo: ¿desde hace cuánto mi corazón no latía con tanta fuerza como lo hizo anoche? Siempre he dicho que desde que papá murió, mi órgano cardiaco empezó a latir más lento, como si una parte de él se hubiera ido junto con mi padre, pero ayer… Fue distinto.
Me adentro en el espacio de la regadera, no sin antes retirar toda mi ropa, abro el par de llaves hasta conseguir una temperatura cálida pero no caliente. Dejo que el agua cubra mi adolorido cuerpo por un minuto entero, sintiéndola recorrer cada centímetro de este. Y allí, debajo de la cálida agua, empiezo a llorar.
No se por qué, tal vez por todo y a la vez por nada, pero empiezo a llorar en silencio, los recuerdos del pasado me atacaron uno tras el otro sin que los pudiera bloquear a tiempo: la escuela, Hyeji, mi padre, mi vida… Todo llega a mi mente, me siento solo, sin nadie con quien contar, en este momento deseo ser abrazado por alguna persona, que me dijera que todo iba a estar bien y que lo debía dejar atrás, pero no era así, sólo estaba rodeado de la nada y gotas de agua.
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Three times alone | Yoonmin
Fanfiction» Generalmente, las personas encuentran a su pareja ideal antes de los veinticinco. « Park Jimin se siente completamente podrido a sus jóvenes treinta años. La vida se ha encargado de jugarle sucio en un par de ocasiones que lo convirtió en el hombr...