Yaoyorozu no podía perdonarla, pero aun así quería sanar su corazón.
Donde la chica que molestaba a Momo durante la secundaria empieza en la Yûei en su segundo año.
[Momo Yaoyorozu x Oc femenino]
[Aclaración: Un Oc significa Original Character. Es u...
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Una mujer joven de larga cabellera blanca se encontraba en una cama de hospital con un libro de aventuras en sus manos, mientras una pequeña de ojos verdes la observaba con los ojos llenos de emoción.
—...entonces la princesa cogió la espada que había sido lanzada por el caballero y la empuñó como si todo ese tiempo hubiera sido suya—relató con emoción, sin apartar sus ojos del libro.
—¡Viene mi parte favorita!—exclamó con una sonrisa de oreja a oreja la niña mientras la mujer sonreía con dulzura.
—La princesa clavó la espada en aquel monstruo de los cien ojos que había invadido su reino y con ello consiguió traer la paz a sus tierras—dijo leyendo con calma y delicadeza—Ella fue la verdadera heroína de su reino.
La de ojos azules cerró el libro y lo dejó sobre su regazo, observando a su hija menor a continuación.
—¿Yo podré ser como esa princesa, mamá?—sonrió de oreja a oreja—¿Tan fuerte y bella como ella?
—Claro cielo—sonrió, acariciando su cabeza—Y mucho más que eso, serás una gran heroína Akira.
La de ojos verdes soltó una pequeña risa abrazando a su madre en el acto. No quería separarse de ella.
—¿De verdad lo crees?—preguntó—A papá no le gustan esas cosas—susurró con una mueca de tristeza.
—No le hagas caso a tu padre—sonrió acariciando su cabeza—Eres increíble y tienes una gran singularidad. Estoy segura de que salvarás a muchas personas como la princesa del cuento.
Los ojos de Akira brillaron ante sus palabras. Su madre era como una estrella, siembre la guiaba.
—Gracias mamá.
La mayor iba a decir algo cuando empezó a toser interrumpiendo sus propias palabras. El rostro de la pequeña entristeció de pronto.
—Mamá...—susurró con preocupación dándole un pañuelo con preocupación.
—Tranquila princesa—sonrió restándole importancia, mientras su tos se calmaba—Solo es una pequeña tos ¿Quieres que te lea otro cuento?
Akira no era tonta, a pesar de tener solo siete años sabía que aquello no era una simple tos, su madre ya llevaba mucho tiempo en aquel hospital.
—¿Te pondrás bien, verdad?
Los ojos de la pequeña se cristalizaron mientras en los labios de la mayor se dibujaba una gran, pero temblorosa sonrisa.
—¡Pues claro!—exclamó—Me pondré bien para verte crecer y ver como te conviertes en una gran heroína, princesa—sonrió.
—¿Lo prometes?
—Lo prometo. Ya sabes que yo nunca rompo nuestras promesas.
Akira sonrió de corazón. La amaba tanto que no sabía que haría si la perdía, pero después de todo se lo había prometido así que estarían juntas para siempre.
