TO BE LOVED BY YOU | Larry Stylinson [CANCELADA]

XXV."Tú te lo buscaste"

Holaa, hoy no tengo nada que decir...solo espero que les guste el capítulo!:)

...

"Siempre me ha gustado la verdad con tanta pasión que a menudo he recurrido a la mentira como una forma de introducir en la mente que eran ignorantes de sus encantos"

-Giacomo Casanova.

Después de aquella 'siesta de 5 minutos' que tuvo una duración de más de media hora, Louis se levantó de mala gana y es que una de las cosas que más odiaba, y lo ponían de mal humor al mínimo contacto con otro ser humano por más caritativo que este se pueda mostrar, era enfermarse, para su alivio, no estaba tan enfermo como en anteriores ocasiones, bueno un poco, más de lo que él mismo quisiera admitir. Se dio un duchazo rápido con agua fría, casi helada, a ver si así se le quitaba de alguna manera mágica, obviamente eso no sucedió y el adolescente no podía estar más irritado que antes. Buen inicio de día.

Se terminó de asear, secó un poco su cabello con una toalla que encontró tirada en algún lugar de su cuarto, ya que, si se trataba de orden, él era el ser más desordenado del planeta; procedió a cambiarse a una ropa más decente, con unos cuantos estornudos adicionales en el camino y por último se dirigió a la cocina, sigilosamente porque, de darse el caso de verse descubierto por algún miembro de su familia y que, para mal de males, lo encontrara 'infraganti' mientras se preparaba una taza de limonada caliente para poder por lo menos, verse mejor si de aspecto se habla.

No obstante, como nada puede salir a la perfección en esta vida y Louis, atontado por aquel virus que invadía su cuerpo cada vez más o tal vez mera tontería de olvidar que su mamá era la primera en despertar antes que todos, fue hallado sin previo aviso por quien era su progenitora, bien despierta y con todos sus sentidos alerta, claramente ya había notado lo que tanto le había advertido la noche anterior.

-No diré que te lo dije, pero te lo dije, hijo -.se mofaba la madre del ojiazul, sonriendo por tener la razón, como casi siempre sucedía. No olvidaba su rol por supuesto, rápidamente procedió a preparar una limonada caliente con un poco de miel, que, como siempre había asegurado, era el ingrediente milagroso de toda la receta para aliviar un mal que aquejaba. Algo supersticioso si lo piensas detenidamente, es decir, es solo una simple bebida, pero vaya que funcionaba. Era ese tipo de cosas en la que no podías contrariar a una madre, así haya una explicación científica o no.

-Ya sé mamá -.-exclamó arrepentido, no le quedaba otra opción de todas maneras. No es que pretendía engañar a alguien, ese no era su estilo, pero por lo menos quería alargar un poco el regaño y el escuchar tantos "te lo dije" porque en el fondo de su ser sabía que sí, efectivamente había sido un testarudo.

-Bueno, tómate esto para que te sientas mejor -.le brindó la taza llena de aquel 'menjunje'. -Pero sopla antes de tomarlo que si no te puedes que-...Olvídalo -.dijo apenas vio que de un solo sorbo intentó tomarse todo el líquido que contenía aquella taza, como consecuencia de tal acción inconsciente, se quemó la lengua, quejándose después por su propia imprudencia. Su culpa o culpa de nadie, depende de la opinión de cada persona. -¿Quieres ir al colegio aún? -.preguntó por si las dudas a pesar de que probablemente ya conocía la respuesta.

-Mmm,... -.se escuchó mientras daba los últimos sorbos, esta vez más cuidadosos -Sí, más bien, creo que es mejor que vaya saliendo ahora mismo -.explicó mientras miraba el reloj de pared que estaba colgado en la sala, justo debajo de la hermosa chimenea que había venido incluída cuando compraron la casa en la que actualmente viven, sin embargo, no sabían cómo utilizarla, ya tendrían oportunidad de verla funcionar a su máximo esplendor en otra época del año. -Voy a llegar tarde y no puedo dar ese lujo, madre -.finalizó dejando la taza en el lugar asignado para que luego pudiera lavar los trastes que utilizaba durante el día, regla primordial en su casa, desde que tenía memoria.