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10. Sábado: Estudio, Heridas y Lluvia 1/2

El timbre de la casa sonó, Louis terminó de amarrar la agujeta de sus vans negras y pretendía bajar a abrir la puerta, seguramente era Harry.

-Yo abro- Gritó Lottie desde la sala. "Ya que" pensó Louis, pero de igual manera bajó las escaleras.

-Hola Harry, pasa-

Harry entró a la casa y cerró la puerta detrás de si, en su hombro llevaba un pequeño morral con sus cosas.

-Hola, ¿listo para estudiar matemáticas? –

Harry hizo una cara de disgusto y soltó un sonido de queja- Vamos ven, no seas así, acompáñame por mis cosas y nos vamos-

Louis tomó de la muñeca a Harry y empezaron a caminar a la habitación del mas bajo. Harry alcanzó a oler un poco a Louis y le fascinaba.

-Harry, cariño, hola ¿Cómo estás? - Dijo Jay mientras salía de la cocina Phoebe atrás llena de harina.

-Hola Jay, muy bien, gracias, y ¿tu? -

-Bien Harry, gracias, un gusto tenerte aquí de nuevo, espero y en la noche puedas cenar con nosotros-

-Seria un placer, gracias-

- ¡HARRY! ¡Si volviste! - gritó Daisy mientras salía corriendo de la cocina, ella también estaba llena de Harina.

-Hola Daisy ¿Cómo estás? - Harry tenía una gran sonrisa en su cara.

La niña a pesar de tener ya siete años quiso que Harry la cargara y este no se opuso. Jay miraba la escena enternecida, Louis aun tenia su mano el rededor de la muñeca derecha de Harry, no lo soltó ni siquiera cuando cargó a su hermana.

Daisy pasaba sus manos por el cabello de Harry y jugaba con sus risos, la harina se fue quedando en la cabeza del ojiazul y en su ropa, pero al no parecía importarle, mecía alegremente a la niña en sus brazos y ella reía.

-Estoy haciendo galletas con mamá y Phoebe ¿me ayudas? - Dijo la niña cuando Harry la dejó en el suelo.

-Ay, lo siento, ahora tu hermano me enseñara cosas aburridas de matemática, pero más noche podemos jugar-

-mamá, mamá voy a jugar con Harry-

-Si cielo, ahora ve y ponle las chispas de chocolate a la masa-

Las gemelas corrieron dentro de la cocina. Louis y Harry subieron a la habitación del primero y juntaron las cosas necesarias para irse.

-Adiós, nos vemos al rato- Gritó Louis antes de salir de su casa.

Caminaron hasta que llegaron a una linda cafetería, estaba tranquila y el ambiente era agradable. Se sentaron, pidieron una bebida cada uno y se pusieron a estudiar.

Harry estaba esforzándose lo más que podía para entender lo que el castaño le estaba explicando, pero no podía, se distraía muy rápido, las matemáticas le costaban mucho trabajo y esos hermosos ojos azules no lo dejaban poner su atención en cualquier otra cosa.

No sabia porque pero no podía dejar de ver esos ojos color zafiro.

- ¡Harry! ¡HARRY! ¿si entendiste? -

-perdón ¿Qué? - Harry no sabía de lo que estaba hablando Louis.

-que si entendiste como se resuelve esto- con su lápiz, el ojiazul señalaba una ecuación muy larga a los ojos de Harry y no tenia ni idea de lo que era.

-No...- dijo algo apenado.

Louis suspiro y quitó sus lentes dejándolos en la mesa – estas muy distraído ¿Qué pasa? -