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26. Te extrañe, Lou

-Bien niñas, ya es hora de dormir- Dijo Harry mientras las niñas terminaban de lavar sus dientes. El rizado ya les había dado una cena, también habían jugado unos cuantos juegos de mesa. Llevó a cada una a su respectiva habitación, apagó las luces y cerró sus puertas deseándoles una buena noche.

Se dirigió al cuarto de Louis, ya que Jay le había dicho que podía dormir ahí. Todos estaba en silencio, había unos cuantos zapatos regados en el piso, y un poco de ropa sucia sobre la silla del escritorio. Cuando iba a la casa pasó a comprar un cepillo de dientes y desodorante, así que entró al baño del ojiazul y lavó sus dientes mientras miraba las cosas que tenía ahí, abrió uno de los perfumes y lo llevó delicadamente te a su nariz. Aspiró quedito el aroma y toda su mente se llenó de recuerdos de Louis, quería acurrucarse con el otra vez. Después se metió a bañar ya que lo necesitaba, quería relajarse un poco. Dejó al agua caliente correr por su cuerpo haciendo que sus músculos se relajaran.

Cuando salió tomó una camisa de manga larga para dormir, era bastante grande para Louis, así que a el le quedó perfecto. Se acostó en la cama de la habitación con solo esa prenda y sus boxers. Desentendió las cobijas y recordó cuando durmió ahí por primera vez, una sonrisa se formó en su rostro. Estuvo un rato en su celular informando a sus amigos de cómo iban las cosas, al cabo de un rato el sueño comenzó a invadir su cuerpo, dejo el celular en la mesita de noche y apagó la luz. Tomó una de las almohadas y la abrazó, esta aun olía a su amado. Cerró los ojos deseando poder abrazar a Louis, lo extrañaba.

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La alarma de su celular sonó, abrió los ojos y se percató de que apenas amanecía. No escuchó ruidos en la casa por lo que supuso que las niñas seguían dormidas. Un mensaje de Jay llegó en ese momento diciendo que ya iba a la casa. Harry se levantó, se bañó rápidamente y cepillo sus dientes, se vistió con la misma ropa del día anterior y arregló la habitación el ojiazul. Cuando bajaba las escaleras la puerta se abrió y entró la mujer.

-Hola, Harry, buenos días-

-Buenos días, Jay-

- ¿Cómo te fue? ¿Todo bien? - Jay dejó su bolso en el sillón y se sentó en este con un suspiro.

-Si, todo bien-

-Qué bueno, gracias por cuidarlas, en serio te lo agradezco-

-No pasa nada, es un placer. Ahora, debo ir a ver a mi madre, mi hermana llegara pronto y no quiero que estén solas-

-Claro, ve-

El chico salió y caminó hacia su casa, al llegar un coche se estaciono frente a la puerta y de este salió una chica.

-Hey- saludó ella un poco apenada.

-Hola, Gemma, que bueno que llegaste- Harry corrió a abrazar a su hermana, tenia mucho tiempo sin verla. Ella correspondió el abrazo felizmente.

- ¿Cómo esta mamá? Hace mucho no hablo con ella-

-Ella esta bien, y es porque papá no la dejaba hablar con nadie, lo sabes-

. Si, lo se...entremos-

Ambos entraron a la casa, su madre estaba preparando café en la cocina. Se saludaron y Anne lloró al ver a Gemma, hacía mucho tiempo no la veía. Todos tomaron una taza de café mientras volvían a unirse como la familia que alguna vez fueron. Gemma les contó todo sobre su nueva vida, sobre su universidad, sus amigos y todo lo que había vivido.

El teléfono de Harry sonó, era Jay. -Harry, cariño, perdón por molestarte, debes estar con tu familia pero acaban de llamar del hospital, dicen que Louis esta despertando, voy apara allá- Harry no dudó un segundo al salir de la casa, no sin antes avisarle a su madre y a su hermana.