#005. ... Fall down from the sky

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El día de partir a Konoha había llegado y Gaara aún cuando enfrentaba peligrosos criminales sin el mínimo rastro de vacilación, estaba temblando de nervios. Era sólo un ligero movimiento en sus manos y hombros, imperceptible para cualquier persona a su alrededor pero para él se sentía como un derrumbe bajo sus pies.

-¿Están seguros de querer ir solos?- cuestionó Kankuro a sus dos hermanos que estaban más pendientes de las manchas en la pared que en su conversación. -Vamos, sólo me preocupan; no pongan esa cara de hastío.

-Eso es porque eres un pesado, podemos cuidarnos solos por unos días y el camino no es mucho problema. - habló con voz cansada la chica. -Creo que es más preocupante tu desempeño para tratar con los asuntos cuando nostros no estemos. Acéptalo, eres idiota.

-¿¡Ah!?- y ahí estaban peleando por tercera vez en el día. -¡Yo se manejar las cosas por mi cuenta cabello de paja!

-¿¡A quién le dices cabello de paja ventrílocuo de pacotilla!?

El pelirrojo observaba aburrido la escena, quizá lo dejaría pasar en otra situación pero si seguían así se les haría tarde y no quería eso.

-Es tarde Temari, debemos irnos. - rezongó jalando suavemente la ropa de la rubia.

Y los mayores se quedaron quietos.

¡Gaara era tan lindo!

-Bien, entonces vamos. - ella respondió con una enorme sonrisa mientras subía su mano para acariciar el fino cabello del menor. -No queremos ser impuntuales.

Así ambos jóvenes partieron a Konoha, viajaron rápido y seguro sin más contratiempo que los enormes nervios que hacían cosas raras en el estómago de Gaara.















...

-...¿Entonces me pides que deje solo a Lord Kazekage en todo el viaje para que pueda disfrutar de la compañía de un Ninja de Konoha?

-No te burles.- bufó -No pasará nada, puedo defenderme por mi mismo.

Temari río fuerte, acariciando suavemente la espalda de Gaara. Ya faltaban pocas horas de viaje y ambos descansaban en una casa de té para tomar un bocadillo.

-Perdón, supongo que puedo ser indulgente esta vez y dejarte al cuidado de ese sujeto.- dijo, para tomar un sorbo de té y estirar sus piernas. -Ah, pero de verdad espero que salga bien, todo ya es demasiado problemático y no me gustaría lidiar también con tu corazón roto.

Y él calló.

-No está roto.- afirmó con un ligero mohín.

-Lo sé, lo sé.- después de un corto silencio continuó. -Es sólo que no quiero que la pases mal, aún somos demasiado jovenes para lidiar con desamores y estamos muy ocupados para cargar con ello. Por supuesto no estoy diciendo que este será el caso, pero me preocupo por ti ¿sabes?. Después de todo eres mi pequeño hermano.

-Lo sé.- pronunció quedo con una suave sonrisa.

La chica lo observó de reojo y decidió dejar las cosas así, terminaron su aperitivo y continuaron hasta la Aldea de la Hoja, ya era tarde y el ocaso se acercaba. Justo en la entrada se encontraba una pequeña comitiva de vienvenida y Lee, tan sonriente como siempre.

-Bienvenido Lord Kazekage.












...

Después de las formalidades con los representantes de la aldea, Gaara por fin pudo hablar con la razón de su venida.

-¡Bienvenido Gaara!- ah, tan enfusivo como siempre. -Deben estar agotados por el vieje, ¿Qué les parece si vamos por un tazón de ramen?, Yo invito.

-Ah, en realidad yo prefiero adelantarme por mi cuenta.- mencionó Temari acomodando uno de sus rubios mechones tras su oreja. -Pero te encargo a Gaara, cuídalo por mi.

-¡Lo haré!, Puedes estar tranquila, Gaara estará bajo mi protección hasta el último de mis respiros.- afirmó decidido.

-Ah, ya veo.- dijo con una sonrisa, mirando de reojo al pelirrojo que parecía haber sido abofeteado repetidas veces. Era como un pequeño tómate. -Entonces lo dejo en tus manos.

Y sin más se fue, decidió vagar un poco antes de la puesta del sol y comprarse unos cuantos bocadillos dulces antes de ir a dormir, en realidad si que estaba agotada.

-¿Entonces vamos?- Lee cortó el silencio.

-... Si.






...

-El ramen de Ichiraku es el mejor de la hoja, además este es el lugar al que Naruto siempre viene, seguro querrás saludarlo.

-No sería mala idea.- ambos tomaron asiento en el puesto y pidieron sus raciones, Lee un plato con muchas especias y Gaara uno más sencillo y suave. -¿Eres bueno con el picante?- cuestionó intrigado al ver el tazón rojo de ramen.

-¡Para nada!, Pero el sabor es genial.- respondió echándose a reir. -¿Quieres probarlo?

-No soy bueno con los sabores fuertes.- respondió con simpleza.


Fue una buena tarde.

Close to youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora