Close to you

#017. They long to be

La imagen es un dibujo hecho por mi hace años y es como mi propia versión de una hermosa imagen de Hikanon porque, Dios, amo su arte sobre esta pareja.
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Después de una agradable cena Lee se despidió, compartieron un largo abrazo, un corto beso y un hasta pronto. Los ninjas de Konoha partirían muy temprano por lo que no sería posible despedirse adecuadamente así que debían conformarse con eso.

Las siguientes semanas reaunudaron su correspondencia y compartieron unos cuantos obsequios como ya les era costumbre en el pasado, aunque las cosas no cambiaron mucho se sentía como un mundo de diferencia entre el antes y el después. De alguna manera parecía una simple fantasia el hecho de que fueran pareja.

El 22 de junio, justo el día que cumplían un mes como pareja Rock Lee arribó a la puerta de la familia de Gaara, fue recibido por unos brillantes ojos aguamarina, una sonrisita avergonzada y un intento de beso interrumpido por Kankuro y su mueca de enojo que no se borró aunque Temari y Gaara lo miraran mal. Lee  le entregó una gran caja de bambú llena de pastelillos tradicionales del país de Fuego y un recetario de postres como obsequio, pues el moreno sabía que disfutaba de pasar sus ratos libres con la repostería cuando no estaba atendiendo su querido invernadero.

Y aunque el rostro increíblemente enternecido y las mejillas rojitas de Gaara fueron suficiente recompensa no se quejó cuando este le dió un besito en los labios mientras se levantaba en las puntas de sus pies.

La pareja y los dos hermanos compartieron un amena cena donde el par de novios no se soltó de la mano sobre la mesa y Temari los llenaba de preguntas y comentarios enternecidos a la par que Kankuro solo se dedicó a vaciar su plato en completo silencio, que apoyara y estuviera feliz porque su pequeño hermano tuviera una relación no significaba que aprobaba al prospecto de novio que había conseguido.

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Después de la cena todos pasaron a la sala de estar para ver una película y dejar que la la digestión hiciera lo suyo, una cinta de terror fue elegida y todos se esparcieron por los mullidos sillones del lugar. Gaara se sentó junto a su pareja apresando instantáneamente su fuerte brazo mientras compartían una boba sonrisa y otro suave beso.

Treinta minutos de película después Kankuro cabeceaba en su lugar, Temari dedicaba su atención a las frituras que se llevaba a la boca y Gaara sujetaba el rostro de Lee con ambas manos mientras lo besaba ignorando olímpicamente la sangrienta escena en la pantalla. El moreno, completamente atontado por los labios que se movian parsimoniósamente sobre los suyos solo correspondía al contacto con los ojos cerrados y las manos en la cintura y espalda de su pareja.

Los minutos corrían, la historia de la pantalla avanzaba, el castaño dormía babeando un reposabrazos y la rubia disfrutaba de las galletas de avena que preparó su hermano mientras éste se dedicaba a besar una y otra vez a su novio.

Cuando terminó la cinta ambos salieron a dar un paseo por la aldea, visitaron una casa de té y probaron unos cuantos postres en el proceso, después fueron a echar un vistazo a todas las plantas que Gaara cultivaba en su invernadero, entre ellas las camelias que nacieron de las semillas entregadas por Lee quién por fin había logrado verlas, justo como lo había dicho en aquella nota. Después de que el pelirrojo le mostrara la forma adecuada de regar algunas de las plantas ambos volvieron a la casa del menor.

Se despidieron con un largo beso y un abrazo del que el oji acua se negaba a despegarse, aferrándose con ambos brazos al cuello del moreno mientras escondía su rostro en el hueco entre el cuello y hombro del muchacho.

Las despedidas no eran agradables.

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