#014. That is why all the girls in town

1.4K 194 11
                                    

La entrada del lugar voló en pedazos y por entre los escombros el grupo de Ninjas se introdujo al lugar, encontrándose con las decenas de ninjas renegados que salían de las habitaciones, todos se colocaron en posición de pelea y de entre la multitud Kurozaki, el lider de el grupo, se colocó frente a todos con una mueca rabiosa.

—Así que el niño Kazekage ha hecho acto de presencia, me honra con su visita.— dijo con sarcasmo colocando una mano en su pecho. —Y ha traído a unos cuantos perros de Konoha al parecer, ¿¡Qué tan bajo ha caído Suna para depender de los incompetentes de Konoha!?— gritó molesto.

—No hemos caído de ninguna forma, simplemente trabajamos para mantener la paz entre aldeas.— respondió calmadamente el pelirrojo. —Tú y tu grupo han perturbado estos tiempos donde todos luchamos para restaurar la paz y la calma en el mundo Ninja. Es por eso que he venido a detenerlos.— sentenció con seguridad.

—¡Entonces vayamos juntos al infierno mocoso Kazekage!— gritó el hombre.

Lo que quedaba del techo voló en pedazos y comenzó a dereumbarse sobre ellos, Gaara cubrió a su grupo con arena y cuando el derrumbe cesó la arena dejó al descubierto a todos, los enemigo salieron de un montículo de piedra generada gracias a un jutsu y el verdadero enfrentamiento comenzó, todos debían verselas con varios enemigos a la vez mientras Gaara se enfrentaba al hombre que atacaba frenético con jutsus de elemento tierra y ataques cuerpo a cuerpo; intentando evitar la arena de Gaara.

El pelirrojo esquivaba y enfrentaba los ataques con la ayuda de su arena mientras que entre uno y otro movimiento inmobilizaba temporalmente a todo enemigo que podía, dándoles tiempo a los demás de noquearlos.

Lee combatía contra aquellos que intentaban atacar a Gaara, se movía rápido y con la fuerza de un tornado.

Los enemigos eran demasiado persistentes, a pesar de ser capturados con la arena de Gaara, con las sombras de Shikamaru, con cuerdas o con algunas de las marionetas de Kankuro parecía que siempre encontraban una forma de liberarse y atacar. Igualmente su lider seguía sin dar tregua a sus ataques contra Gaara y la pelea se iba extendiendo cada vez más, comenzando a cansar al grupo dirigido por Gaara.

Con un grupo numeroso de enemigos y con él renuente a lastimar de gravedad a alguien con su arena todo parecía que no iba a acabar pronto.

A diferencia del pelirrojo los demás comenzaron a usar golpes más agresivos y contundentes, necesitaban terminar con la batalla antes de que su Chakra se agotara.

—¡Gaara, sé que no quieres derramar sangre inútilmente pero si no eres más severo esto no terminará jamás!— le gritó Temari mientras lanzaba a un pobre diablo varios metros en el aire con un golpe de su abanico.

Gaara pareció dudar unos segundos y aprovechando su descuido Kurozaki logró evadir la arena y asestar un fuerte golpe con un dragón hecho de piedra. Su cuerpo fue lanzado lejos por la fuerza recibida, su pierna izquierda crujió y todo el aire en sus pulmones salió en un doloroso segundo, aturdiendo sus sentidos.

Su armadura de arena no pudo frenar todo el impacto del ataque.

Antes de que su cuerpo se estrellara contra alguna roca su cuerpo fue atrapado por un cuerpo firme para después ser acomodado con una mano sujetando su espalda y otra en la parte trasera de sus rodillas. Mientras él intentaba volver a llenar sus pulmones de oxigeno con los ojos apretados pudo sentir como el que lo cargaba comenzaba a correr y moverse con agilidad por el lugar, evitando los ataques enemigos.

Apenas abrió sus párpados creó una pequeña abalancha que azotó el cuerpo del lider enemigo y otros tres sujetos.

—Gracias Lee.— dijo sin haberle dado una sola mirada a quien lo sostenía, después de todo el conocía bien esos brazos. ¡No lo había visto por tantos años y no había tenido el placer de abrazarlo sin grabar la forma y textura de esos músculos en su memoria!.

Le dió una dulce sonrisa que fue rápidamente correspondida, desde esa posición lanzó varios ataques más que noquearon a otros cuantos y cuando Kurozaki se puso de pie y avanzó lanzando una enorme roca hacia ellos él simplemente la detuvo con la arena, después la tierra bajo él comenzó a derrumbarse y antes de que cayeran Gaara hizo una isleta de arena y Lee saltó hasta ella, dejándolos parados sobre ella en el aire.

Gaara sujetó los pies del hombre con su arena y lo estrelló contra el piso al moverla como si de un látigo se tratase. Apenas el hombre chocó contra el suelo fue envuelto por más arena en una pequeña prisión, unos segundos después cada uno de los rounin estaba envuelto del mismo modo, imposiblitando su escape.

Al ver que la situación estaba bajo control Temari corrió hacia su hermano menor, preocupada por sus heridas.

—¡Gaara!— gritó exaltada. —¿Estás bien?, ¡Baja para que seas atendido!.

Lee saltó del cúmulo flotante de arena hasta el lado de Temari y con delicadeza recostó al pelirrojo en el suelo, pronto uno de los Jounin que les acompañaban se acercó para comprobar su estado.

Su pierna estaba mallugada y tenia un enorme moretón en el abdomen, por suerte sus órganos estaban bien y no había heridas graves, también tenía algunos rasguños en la cara pero nada de lo que preocuparse.

Con cuidado acomodó la articulación afectada, puso ungüento desinflamatorio en su abdomen y lo bendó, le puso algunas benditas adhesivas en el rostro, todo mientras el menor era reprendido por su hermana por distrserse en medio de una pelea.

Él la miró con una mueca inconforme mientras ella seguía con su monólogo sobre lo importante que es prestar atención al enemigo.

—... Pero tú fuiste la que me distrajo.— le dijo despacio.

Eso solo hizo que la cara de la rubia se pusiera roja, en parte por el enojo y en parte por vergüenza (pues sabía que era cierto pero no lo iba a admitir), así que simplemente le dió una fuerte palmada en la nuca al pelirrojo que se quedó completamente pasmado por la inesperda acción.

—¡Lo digo porque estoy preocupada, no solo eres nuestro Lord Kazekage, también eres mi pequeño hermano menor!— le gritó para después alejarse y sentarse dándole la espalda.

Kankuro suspiró resignado por la actitud de Temari, después le dió unas suaves palmaditas en el cabello al menor que al sentir el contacto solo lo miró intertogante.

—No le hagas caso, es demasiado impulsiva y es difícil hacer que admita las cosas, pero es la mayor y tiene ese complejo de hermana sobreprotectora.— le dijo con simpleza para luego levantarse. —Es mejor que partamos a la aldea de una vez, ¿Estás seguro que puedes llevarlos a todos?— preguntó apuntando al montón de bolas de arena que apresaban a los enemigos.

—Puedo.— respondió con simpleza mientras intentaba ponerse de pie, el dolor en la parte derecha de su cadera y muslo lo hizo tambalearse.

Kankuro lo sostuvo, observando la mueca dolorida del muchacho.

—¿Te duele mucho?, ¿Quieres que te cargue?— preguntó preocupado.

—No es necesario, Lee me ayudará.— respondió para después mirar a los ojos al azabache que estaba a unos metros de ellos.

—¡Entendido!— respondió con emoción el mencionado, recibiendo una sonrisa de Gaara como premio por su entusiasmo.

Kankuro estaba a punto de quejarse por le rumbo que habían tomado las cosas pero se detuvo en seco al ver la furiosa mirada verde de Temari que lo amenazaba en silencio.

—Como quieras.— concluyó molesto para alejarse unos metros hasta donde estaban los demás para avisar su pronta partida.

Lee se acercó hasta el pelirrojo y con delicadeza lo volvió a levantarlo, pero esta vez Gaara rodeó con ambos brazos de su cuello. Al sentirlo tan cerca las mejillas del pelinegro se pusieron rojas y su sonrisa comenzó el temblar, ¡Estaba tan cerca, era pequeño, lindo y olía demasiado bien!.

Todos comenzaron a avanzar, Gaara manejaba los cuerpos atrapados en la arena; haciéndolos avanzar por el aire mientras el descansaba en los brazos de Rock Lee, los demás... Bueno, intentaban no ver lo complacido que se veía su lider siendo cargado.





Close to youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora