Esa mañana Lee se levantó (como ya era costumbre) a las 5 en punto, depositó un suave beso en la nuca de su pareja y se levantó de la cama, juntó su preciado peluche que yacía olvidado en el suelo y encaminó sus pasos al baño, aseó sus dientes, cambió su pijama por un cómodo conjunto deportivo de un pantalón algo amplio y camiseta que se ajustaba perfectamente a sus músculos, tomó un poco de agua y salió de la casa a correr por los alrededores de la aldea, para él no había nada mejor que una buena rutina de ejercicio por la mañana para inciar con todo el día.
Gaara por su parte no despegó sus ojos hasta que dieron las 7:05, justo la hora a la que el moreno abrió la puerta del hogar. Escuchó los pasos de Lee por la sala y cocina, apenas eran audibles ya que seguro estaba intentando no despertarlo, su consideración siempre lograba enternecerlo, al escuchar el ruido de los implementos de la cocina pudo saber que el mayor estaba preparando el desayuno como solía hacer cada vez que él venía de visita a Konoha.
Con cuidado de no hacer ruido se levantó de la cama y caminó hasta el baño, cerró la puerta y comenzó con su rutina mañanera, lavar su cara, cepillarse los dientes, tomar una ducha con agua caliente sin mojar su cabello y un procedimiento extra que le serviría más tarde.
Se secó cuidadosamente y al momento de vestirse sólo se dejó un par limpio de bóxers negros y la fresca y amplia camiseta verde de Lee de la cual él se había apropiado la noche anterior en un intento más de seducir a su ardiente novio, pero ese al igual que los demás resultaron en un tremendo fracaso, bueno, se cobraría con intereses lo que no se le dió ayer.
Es decir, después de viajar sin descanso hasta la aldea de su perfecto novio simplemente para verlo y disfrutar de unos días de calidad como pareja y con suerte (seguridad) mucho buen sexo.
Lee parecía tener una idea totalmente diferente a las sucias maquinaciones del pelirrojo, el mayor se había dedicado a llenarlo de halagos e inocentes besitos toda la tarde desde que llegó a la aldea, le compró dulces, frescas y fragantes flores, lo llevó de la mano por toda la aldea y le invitó una buena cena en Ramen Ichiraku junto a Naruto, Hinata, Sakura, Shikamaru, su hermana Temari (que se había colado a sus planes de viajar apenas escuchó que iría a Konoha) y TenTen, seguramente habrían sido más pero muchos estaban fuera de la aldea por misiones.
No se quejaba de todo eso, Lee era demasiado dulce y el AMABA que lo mimara, además disfrutaba de la compañía de sus amigos y la comida de La Hoja era deliciosa.
Pero el esperaba que después de un corto recorrido se fueran directo a la casa de su novio, más específicamente a su cama (o cualquier otra superficie firme dentro de la vivienda). ¡Lo que no esperaba era que el otro lo llevase por toda la Aldea en lo que quedaba de tarde, y cuando pensaba que su suerte mejoraba al vislumbrar la entrada del hogar del moreno...!
¡Nada!Rock Lee le dió más besos tiernos por toda la cara y se acurrucó junto a él en el sofá para ver películas, y aunque al principio el menor creyó que esto sólo era una excusa para terminar enrollados e inevitablemente con un buen acostón en el sofá... Pues no, Lee en realidad veía con entusiasmo la película mientras lo abrazaba respetuosamente por la cintura, ¡Sólo la cintura!.
No acarició lascivamente la piel bajo sus prendas tintas, esa que ardía en deseo por ser tocada, marcada y lamida. ¡No!, Rock Lee como todo un caballero mantuvo las manos quietas y los ojos en la pantalla de la sala, le dió muchos suaves besos pero cuando Gaara intentó subir de tono al meter su rosada lengua en la boca ajena el otro sólo correspondía unos segundos y después lo terminaba ahí para luego darle un besito en la mejilla o sien mientras susurraba dulces palabras de amor.
Cuando se fueron a dormir fue más o menos lo mismo, Lee ofreció todas las comodidades que pudo a su pareja y mantuvo sus manos quietas aún cuando el pelirrojo le pidió una camiseta para usarla como pijama ya que él no había traído la suya consigo (mentira), se pavoneó con esa prenda que le quedaba bastante amplia y dejaba al descubierto sus marcadas clavícula y debajo sólo unos lindos bóxers rojos que no dejaban nada a la imaginación, enfundando perfectamente ese voluptuso y redondo culo y marcando bien su parte delantera, aunque la camiseta si que alcanzaba a cubrir su ropa interior él siempre hallaba la forma de levantarla disimuladamente.
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Close to you
FanfictionDonde Gaara lentamente se acerca a su amor secreto (muy obvio). Inspirado levemente en "(They long to be) Close to you" de The Carpenters. (Aunque igual uso citas de otras canciones y poemas) Creo que está más que claro que los personajes no son mío...