#010. ... A dream come true

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Cuatro meses pasaron entre cartas y pequeños regalos hasta la siguiente ocasión que coincidieron, Rock Lee y TenTen acuideron a la arena para completar una encomienda hecha por  Temari. Fue un golpe duro a la nueva realidad verse ambos solos ahora en ese lugar, parecía ayer la última vez que estuvieron ahí por una misión, pero ahora no eran 4. El mal sabor de boca y la opresión en el pecho tardaría mucho más en desaparecer.

—Necesitamos que transporten estos pergaminos a Konoha. Pero aún así hoy ya es muy tarde, sé que están tan ocupados como nosotros, lamento haberlos hecho venir desde tan lejos pero no contabamos con Ninjas bien calificados para esto ya que todos están bastante atareados y estos documentos son demasiado importantes.— expuso Temari con voz serena.  —Además estamos familiarizados con su desempeño, ¿Por qué no descansan por hoy?, Pueden partir en la mañana. — Ofreció.

—Te tomaremos la palabra.— respondió TenTen con una suave sonrisa. —Estoy cansada, es difícil seguirle el paso a Lee, ¡No es necesario ir siempre tan rápido!— rezongó, golpeando el abdomen del moreno.

—Debemos ser puntuales TenTen, ¡Además es un desperdicio ir lento, somos jóvenes!— dijo con los ojos ardiendo en determinación.

—Ah, lo que digas.— contestó la castaña mientras batía su mano con pereza, restándole importancia a los arrebatos de energía que estaba tan acostumbrada a tratar. —Ahora vamos a hospedarnos en algún sitio, además quiero cenar, ¡Muero de hambre!.

—¡Entendido!, Pero antes...— Lee giró su vista hasta la rubia que ya veía venir lo que el chico diría.— ¿Gaara está disponible?

Temari sonrió complacida. —Lo estará después de las diez. Puedo decirle que se reuna contigo entonces.— habló mientras se giraba y comenzaba a alejearse del lugar.

—Búscalo a esa hora en la entrada del edificio.— terminó mientras ondeba su mano a son de despedida.

Y la rubia desapareció tras un pasillo antes de darle oportunidad de responder al pelinegro. Después de eso ambos compañeros se dirigieron a un hostal en busca de habitaciones donde descansar, luego de rentar los lugares se dirigieron a un puesto de comida, faltaba poco para las 8 así que tenían bastante tiempo para relajarse.

Al terminar su cena TenTen decidió ir a dormir, aunque era temprano no tenía mucho que hacer; se despidió de Lee y regresó a su habitación. El chico por su parte subió al techo del hostal para ejercitarse y matar el tiempo restante. Lleno de energía se sumergió en interminables paradas de manos, flexiones y patadas; aún así la emoción por volver a ver a Gaara lo mantenía bien atento a la hora, quería verlo ya.


















...

—Pareces apurado, Gaara.— habló Kankuro curioso por la actitud del menor. —¿Hay alguna razón para ello?— tentó —Quizá algo relacionado con los de Konoha.— aunque él no estaba del todo seguro, ya le parecía demasiado rara la cercana relación de su hermanito con el cejudo de la Hoja, no tenían problemas con que Gaara hiciera amigos pero no podía evitar sentise receloso ante la aparentemente "especial" relación amistosa que mantenían esos dos, el aura que emanaban juntos definitivamente no se quedaba solo como amistosa y si ese Rock Lee pretendía acercarse románticamente a su hermanito tendría que pasar sobre todas sus marionetas, sus kunais y su propio cadáver.

—Temari me dijo que Lee me estaría esperando a las 10 en la salida, no me gustaría dejarle esperando. Sería de mala educación.— respondió lo más sereno posible, era obvio que Kankuro sospechaba y prefería ahorrarse la charla pesada. —¿Por qué lo preguntas?

El castaño sonrió tensamente, ah maldita Temari traidora, ¿Por qué diablos confabula para juntar a esos dos?

—Ah, nada en especial.— respondió con una risa nerviosa. —Bueno Gaara, es hora de que termine estos asuntos. No duermas hasta tarde sin importar lo interesante de la "conversación".— dijo para salir de la oficina y continuar con sus demás deberes.

Close to youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora