SOBREDOSIS - [kookmin +18]

17: Rápidos y furiosos.

[⚠️nota⚠️ Bebus a partir de éste capítulo comenzaré a poner números normales para que distingan sin problema y puedan avisarme si ven anomalías en el orden de los capítulos. Espero contar con su ayuda; se les quiere 💜💜💜]

⟩⟩ —Procure sus labios no hagan ruidos Señor JiMin. Eso, sí no quiere despertar a su esposo y lo encuentre en tan vil e indecoroso acto.

Susurra junto a su oído, Jimin se remueve con ojitos adormilados y sonrisa perezosa estando atrapado entre sus brazos y la mesa de la cocina, después que el embustero le atrapara en dicho lugar.

Son pasadas la una de la madrugada, Jimin no ha podido conciliar el sueño, ningún momento es malo para tomar café con pan; según el rubio.

Se encontraba en total silencio, caminando de puntillas para no despertar a Jungkook y Mimi, cuando un par de fuertes brazos le rodearon inmonilizandolo completamente, tapando sus ojos y tomándolo por sorpresa.

—¿Que haces?...

susurra.

—Shhh... Haga silencio.

Murmura acariciando su cintura y dejando besos en su cuello, luego deslizar sus manos por el abdomen del Omega.

—E-el café...

—Si no recordarás ni tu nombre ahora, mucho menos el café.

—Que clase de persona es usted.

Murmura sonrojado.

—Un ladrón, ¿tal vez? un ladrón que quiere robar su corazón... y algo más.

—Entonces procure darse prisa señor ladrón.

Lleva su mano hacia atrás tomando el rostro del alfa y este ronronea con sus narices.

—Es usted muy caliente, ¿lo sabe? Su esposo no tiene idea de todo lo que le haré a su Omega.

Susurra mientras baja delicadamente los shorts blancos por las caderas del rubio, este sacude el trasero para facilitar ser desnudado.

Jimin suspira disfrutando cada caricia propinada en la longitud de su piel, los besos húmedos en su hombro y nuca.

—Hagamos un trato señorito Jimin.

Gruñe en la nuca del Omega pasando sus mano libre bajo la camisa por su abdomen, estrujando sus cuerpos contraminandolo en el filo la madera.

JiMin sofoca los gemidos echando la cabeza hacia adelante tomando fuertemente la madera del posadero.

—Levantese por la madrugada a diario, prepare un café, vista algo sexy —Deja un beso en su cabello y mordisquea su oreja
—Entonces sabré que me está esperando.

—¿Esta insinuando que le sea infiel a mí esposo todos los días?.

Susurra bajito, pestañea lentamente, sus mejillas lucen carmín.

—¿Porque no?

Pregunta con una sonrisa antes de embestir con sus dedos la intimidad del omega y este buscar sus labios desesperado.