Tenth Shot: Una Evidencia

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[⚠️Leer las notas al final ⚠️]

Las suaves sábanas le recordaban la delicada textura de la impecable piel del rubio, abrazado a la almohada de pecho al colchón; inspiraba el aroma que el mismo había impregnado en su cama; el aroma a flores de mandarino que había penetrado en su piel hacia unas horas.

Era imposible no imaginar cosas eróticas sintiendo su aroma en su piel, los suaves gemidos de su Omega, tan sutiles, delicados, la forma en que resonaban en sus oídos cuando el placer era superior,
la forma en que gemía su nombre,
la forma en que expulsaba "te amos" una y otra vez.
La forma en que sus labios tomaban un aspecto rojizo e inchados después de una ronda de besos insaciables,
la manera en que abría su boca tratando de respirar o al contener un largo gemido ahogado,
las delicadas líneas en las que se volvían sus finas cejas, fruncidas de forma sexy y suplicante a la vez.
La forma en que movía sus caderas para más contacto, o la forma en que se estremecía cuando susurraba palabras sexosas en su oído,
La forma en que enredaba las piernas en sus caderas, impidiendole salir de su interior.
la forma suplicante cuando pedía más,
el sudor perlado recorriendo su piel color mantequilla, tan apetecible,
la manera en que disfrutaba los besos en todo su cuerpo, o la forma en la que sus piernas temblaban cuando ya no soportaba más el placer.
Tan dulce y tierno, y tan perverso a la vez.
Tan sumiso cuando sin orden, se hacía de sus pantalones saboreando su extensión sin pedir lo mismo a cambio, simplemente porque disfrutaba sentir la sensación de satisfacción al provocarle gemidos roncos y sentir el sabor de él.
Tan perverso que se lanzaba en la cama de piernas abiertas esperando su intromisión.

Un gemido ronco en medio de la ensoñación matutina, inconsciente del resto, perdido en su somnoliento despertar, si es que se podía considerar estar despierto. Mientras arrastraba sus fuertes manos venosas por la longitud de la almohada, un arrastre desgarrador necesitando dejarle marcas a la cintura y caderas de su Omega, marcas que demuestran su firma, firma que demuestra que le pertenece.


Toc  Toc  Toc

—¡Mghjm! —Levantando de las sábanas sus enredadas caderas, solo un poco, dejando su torso majestuosamente desnudo apegado en la almohada, su cabello desordenado. Jadeaba nasal.
— Mmmghf...

Toc Toc Toc

—¿Jungkook?... ¿Hijo estás ahí?

Toc Toc Toc

Jadeando sorprendido Jeon abrió los ojos de golpe, al escuchar los sonidos insistentes contra la puerta.

—¿Papi Kook no ta?

—Debe estar dormido, cielo.
—Habló nana para Mimi —jungkook querido, ¿me escuchas?

Mimi!~ ~¡Maldición! olvidé ir por mi hija~

Incorporándose abruptamente en la cama, mirando a su rededor, la luz solar alumbrando inminente sobre su alcoba, lo que indicaba lo tarde que debía ser.

~que hora es~

—E-ehp.. ¡V-voy!.

Sentandose al bordo, poniendo rápidamente los calcetines negros que cubrían sus pies al piso caminó rápidamente a la puerta.

En ese momento se dió cuenta de su pecho desnudo y por alguna razón sentía sucio presentarse frente a nana y su hija de esa manera, cuando era algo normal no llevar polera frente a la pequeña.

SOBREDOSIS - [kookmin +18]Where stories live. Discover now