SOBREDOSIS - [kookmin +18]

Ninth shot: antes de ti

Y ahí estaba Jeon, recreando melodía con el rechinar de las patas de la cama, volviendo un completo desastre a su Omega quien a pesar de estar friccionandose de arriba abajo contra el colchón; pedía inteligible por más, entre gemidos y palabras inconexas casi ridículas, arañando la espalda del contrario, derramando lágrimas, saliva escurridiza, y que decir del lubricante natural que mojaba las sábanas y volvía eco el chasquido de los ruidos obscenos del chocar de sus intimidades entre las paredes.

De pié inmóvil aún bajo el umbral de la puerta; sin decir una sola palabra, con su brazo colgando a su costado, como un niño tímido, con su mirada perdida en cada movimiento del Omega observando detenidamente los gestos del rubio, como si de un pincel moviéndose al compás de un boceto se tratara; contemplaba cada uno de los movimientos de éste como tratando de memorizarles, como si hubiesen pasado millónes de primaveras sin verle.

Un breve silencio habia transcurrido al abrir la puerta, antes de que Mimi fijará sus ojitos en el rubio; después de estar entretenida en el lunar del cuello del alfa, y volver su mirada al frente sorprendida y feliz de ver a su padre Omega.

-¡Papi!

Removiendose del regazo de su padre -quien estaba perdido en sus pensamientos sexosos, como si llevara meses en abstinencia- bajó rápidamente corriendo hacia Jimin, quien no dudó ponerse en cuclillas y atraer a su cuerpo en un fuerte abrazo; el cuerpecito de su bebé.

-Papá te extraño mucho mí amor -a penas habló dejando un largo beso en la mejilla de la menor.

Jeon perdido en la silueta marcada en su trasero flexionado, ese pantalón negro que se ajustaba perfectamente a sus muslos y glúteos. Le tenía en otra galaxia, Jeon estába haciéndose un millón de ideas de cómo sacarlo de ahí y no interrumpir su tacto en la piel del Omega.

Un aclarar de garganta apenas le sacó de su transe, sin apartar la vista siquiera del rubio.

-Yo... Debo ir hacer algunas cosas. -rascó con nerviosismo su nuca; Taehyung.
-Dejé la cocina encendida, háblame si me necesitas -Se dirigió por último a Jimin antes de desaparecer del lugar, con una excusa tonta y poco creíble, al mencionar la cocina y dirigirse a su habitación, consiguiendo detener a Hobi en caso de que se despertase y arruinara el momento de los Jeons.

-¿papi?.. -Mimi pestañeaba tratando de removerse del abrazo de su padre, pero éste mantenía los ojos cerrados inspirando el aroma de su cachorro. Lo había necesitado tanto. -¡Papi Kook trajo pizza!

Entonces Jimin sonrió y safó el agarre ya que Mimi estaba inquieta.

-¿Papi Minnie quiele pizza?

-Papi quiere otro abrazo -Sonrió amplio dejando un ultimo beso en su narizita. Y ambos voltearon su mirada a Jungkook.
Éste estaba completamente sonrojado, y parecía estar en otro mundo.

Jimin haría la invitación a pasar pero de pronto las palabras adecuadas no salieron de sus labios.

¿Porque ambos se sentian como colegiales encontrándose a su crush en el pasillo?

El Omega volvió abrir y cerrar sus labios mínimamente, y luego presionar, algo apenas visible pero que en Jeon no pasó desapercibido. Estaba siguiendo con la mirada cada movimiento que los labios del contrario hacían. Labios carnosos, sonrrojados, apetecibles, la necesidad de morder hasta hacerles sangrar estaba siendo nada ocultada por su interés al observar.
Con la mirada baja Jimin jugaba nervioso con sus dedos.

-¿Papi da pizza a Mimi? -No supieron cuando, pero Mimi ya había tomado asiento en una de las sillas del comedor y trataba alcanzar a mirar sobre la mesa.

Jimin desvió su mirada a su bebé; sonriendo, su padre Kook estába en un transe, completamente perdido en la belleza natural de Jimin.

No fue hasta que Mimi comenzó a sollozar por la pizza que Jeon miró a su hija.