SOBREDOSIS - [kookmin +18]

fourth shot: No le creas a él

El alfa de cabellos castaños yasia sentado en el suelo de la sala, junto a Mimi, bajo la atenta mirada de alcón del omega rubio.

Yoongi era el hermano mayor de Jungkook, la diferencias de rasgos entre estos dos, no eran muchas -sin embargo si a Jimin le preguntaban,el sacaría una tira de páginas llena de diferencias físicas y psicológicas entre su esposo y cuñado, nada nuevo en el omega sabiendo que ama tanto a uno, y al otro lo aborrece-, sin embargo tenían apellidos diferentes gracias a que eran hijos de padres distintos. Y aunque Min Yoongi fuera 4 años mayor, pecaba de ser más enano que Jeon.

A diferencia de Jeon, pero sin dejar de lado la bata blanca heredada -por así decirlo- por varias generaciones, Yoongi ejercía su profesión como odontólogo. Y meses atrás había comenzado su carrera como hipnológo.

Jimin no sabía cómo describir su mañana.

Por un lado despertar de su placentera ensoñación de manera abrupta con un descarado cuñado insinuandose.
Por otro lado sentirse amado con Jeon por verle amar tanto a su cachorro, por demostrarle cada día cuanto lo desea y anhela, ama y protege, es una cosa inexplicable, el sentir en cada poro de su piel cuanto le amaba el alfa con su tacto haciéndole sentir único y en lo único que él piensa cada que tiene hambre de saciar la sed de su cuerpo.

Pero esos últimos pensamientos no podían ser perfectos, eran opacados por la realidad del momento; eran pasadas de las dos de la tarde, y sentía que las agujas del reloj  no avanzaban como debería ser. A lo mejor estaba el tiempo conspirando contra él, a lo mejor querían verle hudirse en la desgracia por no ser honesto desde el principio.

Jimin se preguntaba una y otra vez porque Taehyung no había llegado hoy, siendo que todos los días se aparecía unos minutos más tarde que Jungkook se fuera a la clínica, y se iba media hora antes que este mismo llegara de su trabajo, todos los días era la misma historia, ¿porque ahora no fue asi?

Mimi se encontraba jugando con su tío Yoongi en el suelo, dibujando con lápices de colores y la televisión encendida con caricaturas infantiles.
Cuando se suponía que éste -Yoongi- debería estar de camino a la clínica junto a Jungkook, ya que dicha "agradable visita" mañanera se debía a que el alfa de ojos malévolos pondría su clínica odontológica en las mismas instalaciones que su esposo, y por lo tanto este día se apareció en la casa para ir con su hermano a inspeccionar y llegar al acuerdo de en qué citio sería correcto levantarla.

-por lo menos eso le había dicho Jungkook al rubio está mañana-

Por si fuera poco y para colmo de Jimin;
parecía que Mimi hablaba hoy hasta por las orejas, acarreando a Yoongi a seguirle sus juegos, temas o preguntas.

El alfa era muy callado y gruñón, pero con Mimi parecía ser lo contrario.

Acariciaba los mechones del oscuro cabello de su sobrino, cuando éstos caían en su frentecita impidiéndole la visión completa para continuar en su dibujo.

Jimin desde la cocina recostado en el estante-comedor, con una mano sosteniendo su cara y su vista de pocos amigos fulminando al alfa castaño -quien de cuando en vez le regalaba miradas burlonas con su típica sonrisa ladina- -algo que tenía en común con Jungkook-

Cada toque de éste; a su cachorro hacia la sangre de Jimin hervir, quería echarle a patadas de no ser porque Jungkook se molestaría e insistiría en querer saber porque tanto odio a su hermano.

y Jimin no quería responder esa pregunta.

vaya que no quería.

—Tíyo Yonki ¿bibuja Mimi para hacerle Mimi un regalo a papá Minnie?