Capítulo Uno

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-No quiero hacer esto -declaró Gon tragando saliva para que su garganta se aclarara, su cuerpo estaba tieso, sus manos estaban sudando. Pero él aún intentaba mostrar una expresión inmutable.- no pertenezco aquí, kurapika.

Gon miró a su alrededor, los hombres con sus levitas y sombreros largos lo miraban de reojo, y las mujeres con vestidos pomposos lo miraban con curiosidad y admiración.

-Claro que sí, tienes tantas oportunidades de conseguir una dama aquí como cualquiera de los presentes. -Kurapika dirigió a Gon a las mesas del centro, así llamaría más la atención, aunque Gon no necesitaba ser colocado ahí, él resaltaba en la multitud, su piel color albaricoque captaba la mirada de todos.

-Esto me incómoda -susurro Gon, más para sí mismo que para Kurapika. Miró a su alrededor, su vista se colocó en un grupo de damas que estaban paradas a lado de la pista de baile, observándolo. La mirada de una de las chicas se encontró con la de Gon, ella bajó el abanico color vino que traía y le mostró una leve sonrisa. Gon inclinó su cabeza en forma de saludo y la chica volvió a cubrir su rostro con el abanico.

-le gustas. -anunció kurapika quien veía todo de reojo.

-solo está sorprendida que alguien con mi color de piel haya sido aceptado en esta fiesta.

-una chica no sonríe así solo por sorpresa, además -hizo una pausa mirando detrás de Gon con una sonrisa.- ella viene.

Gon giró la cabeza sin discreción, observó a la chica cruzar la pista de baile; el movimiento de caderas que hacía al caminar era seductor pero no se comparó con la manera en que hizo su cabello hacía atrás para dejar al descubierto el escote de su vestido. Definitivamente la chica se estaba preparando para coquetear.

-¿Qué se supone que haga? -lanzó esa pregunta pero al voltear atrás Kurapika ya no estaba, lo había abandonado.

«ese maldito», pensó mordiendo su labio. Volvió a su postura tranquila y se dio la vuelta para recibir a la joven. Al llegar con Gon la chica cerró su abanico.

-No parece que la ausencia de compañía le agrade -, colocó el abanico cerrado entre sus pechos, parecía invitar a Gon a mirar ahí pero el chico no lo hizo.

-Es verdad, vine aquí buscando una buena compañía, pero ahora que está aquí parece que mi búsqueda ha terminado. -, ella sonrió y extendió su mano pálida a Gon, El chico la tomó y, colocando una de sus manos detrás de su espalda, besó la mano de la joven; fue solo un roce en el que aprovechó y recorrió la piel de la joven hasta la punta de sus dedos. Levantó la vista como si lo que hubiera hecho fuera de lo más inocente del mundo.

La chica olía a perfume caro, y cómo el propósito de ir ahí -según kurapika- era conseguir una dama, decidió arriesgarse con ese acto. sonrió satisfecho cuando vio el rostro de la joven rojo.

-Soy Gon Frecss, señorita.

En ese instante la chica salió de sus pensamientos.

-Retz. Mí familia es la patrocinadora de esta fiesta, pero debo de reconocer que no sé de qué familia pertenece, joven Frecss.

Gon tragó saliva. Hablar de su familia dañaría su imagen, un chico criado como esclavo que trabajo junto con su tía y madre porque su padre los abandonó. No, eso no era lo que debía decir.

-Mi linaje no importa -hizo un ademán con la mano para restar importancia a la situación.- hay cosas que voy a lograr -Gon caminó con lentitud alejándose de ella y antes de estar demasiado lejos giró su cabeza para mirar a Retz-, ya verá.

Se alejó de allí con tranquilidad, había huido pero era seguro que dejó una buena impresión.

-Interesante elección de palabras -habló alguien detrás de Gon, el se giró y se encontró con un chico bastante peculiar.- ¿cómo había dicho que era su apellido?, oh, sí, Frecss.

Solo un Fallo ~KilluGon~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora