Solo un Fallo ~KilluGon~

Capítulo Nueve

-Lo siento Gon, no puedo hacer eso, dejarte ir es darte un privilegio que no le he dado a los demás.

Los labios de Gon retuvieron el impulso de hacer una mueca, el moreno tenía los hombros tensos, nunca había pensado en pedir un descanso tan pronto pero tenía que hacerlo. Sacó de su abrigo verde una carta que dejó frente a Netero.

-Esa carta tiene toda la información, hay una persona que me necesita y... debo estar ahí -Gon miró a otra dirección, no podía mantener la mirada con Netero, lo respetaba demasiado como para mirarlo directamente.- así que... por favor.

El mayor que tenía su postura rígida para imponer autoridad no pudo evitar sentir compasión por el chico, la mirada del hombre se aligeró, arrastró el sobre por el escritorio de regreso a su dueño.

-Estás decidido a ir ¿Cierto? -La voz tranquila del mayor le dieron un poco de tranquilidad a Gon

-Sí.

-¿Aún cuando sabes que vas a atrasar el proyecto que tienes con Killua?

Gon agachó la cabeza pero casi de inmediato volvió a levantarla, cerró sus puños para darse coraje.

-Zoldyck es lo suficientemente capaz de dirigir el proyecto mientras yo estoy fuera, confío en que lo hará.

-¿Ha discutido esto con él?

-Me temo que no está enterado de esto, presidente. -titubeó.

Netero recargó sus codos en el escritorio, Gon vio sus negros e inesperadamente pensativos ojos observarlo y después de un momento el mayor sacó un suspiro, uno que delataba su cansancio y que no proyectaba la jovialidad que normalmente demostraba.

-Discute esto con Killua, si ambos logran llegar a un acuerdo entonces puedes tomar tu descanso.

-Gra... gracias presidente -la sonrisa temblorosa de Gon le devolvió a Netero un poco de vida, tal vez ya era la vejez pero ver a la mayoría de sus trabajadores tan entusiastas, enérgicos y expresivos le daba alegría; eran jóvenes deseos de cambiar el mundo, como él cuando era un chico.

Gon inclinó su cabeza en señal de respeto y salió del lugar, caminó por el pasillo hasta que a mitad del recorrido para llegar a su oficina se encontró a Crhollo revisando unos documentos, no era extraño ver a alguien verificando su trabajo antes de entregarlo pero a Gon siempre se le había hecho molesto que lo hicieran a mitad del pasillo.

Gon pasó a lado del hombre y entonces escuchó al mayor exclamar, era el tipo de emoción que alguien mostraba al descubrir algo maravilloso así que Gon volteó impulsado por su curiosidad, Crhollo se encontraba en una posición distinta, estaba recargado a la pared cruzado de brazos mirando al moreno, casi como si hubiera advertido que el moreno se giraría a verlo, Gon se sonrojó ¿Había sido eso un engaño para llamar la atención?

-Ha volteado -Crhollo sonrió, en su rostro se asomó un ligero gesto de satisfacción, fue tan ligero que Gon no pudo percibirlo.

-¿No esperaba que lo hiciera? -sonó apenado pero trató de mantener su postura, frente a Crhollo le parecía más adecuado mantenerse recto.

-Normalmente soy ignorado.

-eso es muy lastimoso.

-¿Verdad? Hoy en día todos son muy fríos pero usted es amable, espero ansioso a reunirme con usted de nuevo, tal vez pueda mostrarme más de sus pinturas.

-Aunque me encantaría mostrarles mis pinturas me temo que no sucederá, no podía traer demasiadas cosas a York shin por lo que el único cuadro que traje fue ese, y he dejado de hacer pinturas hace mucho tiempo.