Capítulo Once

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Una noche de diciembre cuando Killua ya tenía dieciséis años, su padre llegó con uno de esos hombres que lamian sus zapatos para poder, en un futuro, pedirle favores a la familia. El hombre había traído un presente para Killua y él esperaba cualquier cosa, menos una esclava.

Era una mujer delgada, demasiado, diría Killua, con un cabello café oscuro sucio y unos ojos grises que destellaban rebeldía; Killua era bastante huraño; solo a esclavos de edades más avanzadas les tenía confianza por lo que no dudó en mandarla a trabajar en el campo, después de eso no supo mucho de ella.

Cuando comenzó a olvidar su existencia ella cometió una imprudencia; ofendió a un invitado importante por lo que fue castigada. Killua también fue castigado por su padre, recibió la mitad de los azotes que le habían dado a su esclava, eso fue suficiente para que Killua decidiera sacar a la chica de los campos y tenerla cerca de él, se encargó de vigilar cada cosa que hiciera.

Fue así como comenzó el hermoso caos.


Killua abrochó su camisa y con un silencioso movimiento se colocó el chaleco café, se veía tranquilo aún ahora que Illumi lo observaba con sus ojos fríos.

-Te distancias cada vez más, Killua - Illumi estiró su mano tratando de alcanzar el cuello de Killua para acercarlo a él, pero Killua se levantó y el mayor quedó con el brazo extendido.

-Hay demasiado trabajo como para preocuparme por nuestros encuentros -acomodó el pañuelo azul en su cuello y se giró para mirar a illumi.- cumplí mi parte, dime la información que quiero saber.

El mayor se cruzó de piernas, impasible.

-Ya lo debiste haber notado pero Chrollo está cada vez más cerca del pueblerino -Illumi alzó su mano y miró sus largas uñas.- bueno todo esto empezó poco después de que tú y el chico comenzarán a socializar. Más específicamente cuando tú y el pueblerino tuvieron sexo en su oficina.

Killua abrió los labio, jamás le había comentado a Illumi dónde tenía sexo con Gon pero antes de poder decir cualquier cosa Illumi se adelantó.

-Creí que eras más listo Killua, ¿dejar una ventana abierta? Si querías que te vieran debieron de hacerlo directamente en la mesa de debates.

Lo recordó, no fue difícil hacerlo; esa noche Gon había abierto la ventana de celosía mientras decía cosas que a killua no le gustaban, él había callado sus palabras con un beso y se olvidó por completo de esa ventana.

-¿Por qué no me acusó?

-Porque Crhollo sí es inteligente, él sabe que hay todo un país que te ama y tienes al presidente de tu lado, si te quiere acusar de sodomita necesita más que solo su palabra.

Killua se tiró en el sillón, suspiró tratando de aclarar sus pensamientos. Ahora había un problema más agregado a su lista.

-¿Exactamente qué está buscando de Gon?

-¿quién sabe? Tal vez quiere saber cuándo es su siguiente encuentro y preparar todo para exponerlos, o quizá quiere sacarle información sobre ti ahora que piensa que son íntimos amigos. -Illumi hizo una pausa, una en la que repitió para sí mismo las últimas palabras que había dicho «íntimos amigos», si, esas palabras no le agradaban en lo absoluto.- quizá tal vez no quiere nada de eso -Illumi dejó caer su cabeza hacía atrás.- quizá quiere un poco de diversión como la tuya.

Una sonrisa apareció en el rostro de Illumi y los ojos de Killua lanzaron un destello de advertencia.

-¿Qué? ¿No te agrada la idea de que se metan con lo tuyo?

-Gon no es mío -Entonces, con una voz un poco torpe lo repitió.- él no es mío.

-Ya, entiendo, el niño te ha cautivado, dime ¿Qué hizo para que ganara tu respeto?

Solo un Fallo ~KilluGon~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora