Capítulo Seis

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A los diez años se me ocurrió robar una manzana del huerto donde trabajaba, la escondí en el único bolsillo de mi pantalón que no se encontraba roto, pero por obvios motivos fui descubierto. Si lo pienso bien no era muy listo: se veía que tenía algo escondido en mi pantalón desde lejos. Si hubiera decidido robar alguna fruta pequeña no lo hubieran notado, fui reprendido y el patrón estaba decidido a castigar mi fechoría pero Mito tomó el castigo por mí, después de todo le había prometido a mi madre cuidarme y en cierta parte creo que se sentía responsable de que robara la manzana, ya que si yo robaba solo podría ser porque ella no me estaba educando adecuadamente (o al menos eso fue lo que me dijo).

Nunca más volví a intentar robar algo, no quería que Mito tomará la responsabilidad de cada acto malo que hacía. Aún más, no quería que el patrón volviera a acercarse a Mito, nunca, nunca más.

ノ┬─┬ノ ︵ ( \o°o)\

Gon cubrió su cuerpo con el saco verde, podía ver, aún sentado en el suelo, la noche. Su piel descubierta era golpeada por la brisa gélida, pero a pesar de estar desnudo la noche no le pareció tan fría.

-bueno, es hora de volver -Killua terminó de abrochar su saco y salió del lugar. Gon se percató de algo curioso en Killua, después de intimar él nunca se queda a dormir y siempre tenía que decir una frase antes de irse, como si el silencio agobiara al albino.

\(〇_o)/

-se retrasó con los trabajos, hay muchos trabajos que tiene inconclusos y a pesar de ello decide tomarse un día de descanso ¡pero claro! Que kurapika haga todo. Netero tiene demasiado consentido a Zoldyck.

Gon miró con atención la expresión de desagrado poco habitual en Kurapika, al hablar daba manotazos al aire y lanzaba pequeños suspiros cada que pronunciaba "Zoldyck", por un momento el moreno estuvo a punto de sacar una risotada pues esa manera de actuar era propia de él y no del rubio, al no poder reírse con libertad se limitó a mirar y escuchar al chico con una expresión de ternura.

-es curioso, el hombre me desagrada sin duda alguna pero no es alguien irresponsable, me parece extraño que ahora dé trabajos incompletos.

-Lo sé -Kurapika dejó de caminar por la habitación, se cruzó de brazos antes de continuar-: hasta ahora sus trabajos eran impecables, es una lástima que deje de poner empeño a sus labores. -frunció el ceño y dijo algo incomprensible, Gon agudizó el oído para escuchar los titubeos pero solo logro escuchar palabras que por sí solas no tenían sentido.

-puede que haya pasado algo urgente, como para dejar su trabajo.

Kurapika negó con la cabeza.

-lo dudo, conozco a Zoldyck, para él-

-¿conoces? -interrumpió antes de que el otro terminara.

Kurapika reaccionó de inmediato, abrió su boca pero sus labios temblaron y terminó por hacer una mueca.

-Sí, porque trabajo con él. Tú lo sabes.

Gon recargó su cabeza en la mano derecha, a veces la idea de que kurapika odiaba a Killua y viceversa no le parece creíble. Quería preguntar pero Kurapika se adelantó previniendo la pregunta.

-tengo que ir a hacer el trabajo por esa cara bonita así que me voy -, hizo un ademán de despedida y salió.

-adiós -apretó los labios para tratar de contener las ganas de detenerlo y cuestionarlo. Volteó hacia la ventana de celosía.

«A veces creo que realmente intentas evitar ciertos temas, kurapika.»

Gon inclino su silla hacia atrás elevando un poco las patas delanteras, jugó con la silla como si fuera un columpio. Pero paró de golpe al mirar el rincón donde tuvo sexo con Killua, lo golpearon los recuerdos.

Solo un Fallo ~KilluGon~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora