Mi Amado Secreto (Starco)

Capituo XIX: Estres

Las horas habían pasado tan rápido como el aleteo de un colibrí para el muchacho de sudadera roja. Su cabeza había estado plagada de pensamientos y reflexiones haciendo que su atención se difuminara de la realidad y que su percepción del tiempo se torciera gravemente. Sonó la chicharra y el chico se levanto dispuesto a ir a la cafetería para comprarse el almuerzo, cosa que nunca hacia pues el siempre solía llevar algo para comer. Sin embargo al voltear a ver a sus compañeros noto que estos estaban recogiendo sus mochilas y fue entonces que recordó que la hora de comer ya había pasado y la chicharra les indicaba su salida. No recordaba que cosa había comido esa mañana ni tampoco sobre que temas hablaron sus amigos a la hora del almuerzo.

Marco recogió su mochila y comenzó a caminar en dirección a la salida principal sin prestar atención a los compañeros que le seguían, de tanto en tanto, fingía poner atención a la platica de ellos solo para que no ser mal educado, pero después de escuchar un par de frases banales acerca de tal programa de televisión o tal video de internet su mente volvía a centrarse en aquel tema que tanto le preocupaba. Desde el día en que su antiguo mejor amigo le dijo que "ellos habían regresado" el chico estuvo intranquilo y vigilante, pero después de lo que le conto hacia solo unos días su preocupación aumento considerablemente. Pues ahora aquellos malditos bastardos hijos de mil putas trataban de enganchar mas clientela regalando pequeñas dosis de la porquería que vendían. Y eso no era todo Tom le advirtió que había visto a mas de un par de chicos con el uniforme de su escuela rondar los callejones en los que aun se podía conseguir esa mercancía. Ahora el se encontraba atento a cualquier sospecha respecto a sus compañeros de escuela, no dudaría en actuar ante la mas mínima sospecha. Por nada del mundo iba a permitir que aquel maldito negocio se esparciera por su escuela y llegara o afectara a todos aquellos por los que sentía afecto o un mínimo de aprecio.

-¿Que les parece si nos vemos mas tarde en el parque principal y jugamos baloncesto?- dijo el chico pelirrojo al resto de sus compañeros.

-Yo tengo practica de football hoy por la tarde- le respondió Justin.

-Yo estoy libre así que me apunto- dijo Alfonso.

-¿Marco?- pregunto Ferguson al notar que su amigo observaba con profunda atención a un par de chicos de primer grado de secundaria.

-¿Eh?... lo siento no estaba prestando atención.

-Iremos al parque esta tarde, ¿Quieres ir?.

-No , lo siento tengo planes, de hecho ya tengo que irme, nos vemos chicos- se despidió con prisa pero en  lugar de avanzar hacia la salida el muchacho tomo el camino que se dirigía hacia el gimnasio de la escuela. 

Mientras tanto no muy lejos de donde se encontraban los chicos, Jackie , Janna y Star marchaban a paso lento hacia la salida.

-¿Entonces el te llevó al cine y después a comer?- pregunto Jackie un poco intrigada.

- Así es- respondió Janna como si no fuera nada de importancia.

-Eso es súper lindo- dijo Star con emoción- el debe estar muy enamorado de ti, puede que incluso seas el amor de su vida- suspiro con fuerza y de pronto se le vino una idea a la mente- Oye, ¿Crees que en el futuro te pida que te cases con el?- Al decir esto Jackie soltó una pequeña risita y Janna una enorme carcajada. 

-Lo dudo- dijo la albina.

-Quizás suceda- Respondió Janna aun riendo.

- Yo pienso que seria muy lindo, conocer al amor de tu vida en secundaria eh ir creando hermosos recuerdos para contarle a tus hijos.

-¿ Hijos?, me temo que estas adelantándote demasiado cariño- respondió la pelinegra mientras apretaba con suavidad una de las mejillas de Star.

-No imagino a Janna cuidando  un bebé- dijo Jackie aun con una grata sonrisa.