Capitulo XIII : Enemigos

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Ya habían pasado tres horas desde que Marco se había ocultado en un pequeño escondrijo que se situaba entre los arbustos a la orilla del río ,cerca del puente de la calle Main. Hasta ese momento solamente había contado a seis clientes, esperaría a que la cuenta llegara a diez para luego ir el mismo y comprobar el potencial botín. Hacia ya bastante tiempo desde la ultima vez que había "salido a pescar" junto a sus amigos. Creyó que estaría nervioso por volverlo a hacer pero no era así en lo absoluto. Lo único que le molestaba un poco era que estaba a punto de romper la promesa que le había hecho a Star. Pero esa sería la ultima vez que lo haría. Se lo prometió a si mismo. Ya cuando acabaran ese ultimo "trabajo" se lo explicaría a Alfonso y Ferguson, seguramente ellos lo entenderían. Tenia la sensación de que les estaba traicionando al querer retirarse del juego ya que desde el principio todo aquello había sido su idea, pero no podía continuar siempre haciendo ese tipo de trabajos sucios, especialmente después de lo que su antiguo mejor amigo Tom le advirtió.

Mientras pensaba en ello un cliente mas llego al lugar. Tres mas y entonces el plan se pondría en marcha. El bajaría hacia ese lugar y caminaría con normalidad hacia el vendedor. Sin decir una palabra extendería la mano para entregarle un billete de cincuenta dolares y entonces el hombre le entregaría una pequeña bolsa con quinces pastillas blancas dentro de ella. El primer paso era contar que tanto dinero había conseguido el tipo hasta ese momento, por supuesto Marco debía asegurarse de hacerlo de manera discreta para así no levantar ninguna sospecha. Su trabajo consistía en ver si realmente valdría la pena el riesgo. Si no era suficiente entonces solo avisaría a sus amigos que volvieran a sus casas. Pero si por el contrario el botín valía la pena, el muchacho volvería a su escondite siendo cauteloso de no ser visto y allí esperaría a que el tipo estuviera por retirarse. Nunca se quedaban mas de tres o cuatro horas en un mismo lugar. Si embargo siempre volvían al mismo todos los días. Cuando el tipo saliera de su escondite les daría la señal a sus amigos con su teléfono celular. Ambos estarían en alguna tienda cercana perdiendo el tiempo. En cuanto la recibieran se dirigirían al lugar lo mas rápido posible. Localizarían al objetivo y empezaría la parte difícil. Alfonso era en encargado de distraerlo. Por supuesto era cuidadoso y no permitía que le reconocieran. Normalmente usaba los objetos de al rededor para causar la distracción. En una ocasión logro hacer que dos perros callejeros con un aspecto muy amenazador se quedaran parados en la banqueta por la cual pasaría la victima. Eso hizo que el hombre se distrajera lo suficiente para que Ferg hiciera su parte. La de el chico pelirrojo consistía en acercarse a el rápido y silencioso para noquearlo de un solo golpe. Por extraño que pareciera el muchacho era mas veloz de lo parecía a simple vista pero la parte importante de esto es que su carrera era muy silenciosa. Tanto que incluso el tranquilo sonido del río podía cubrir el de sus pisadas. También poseía una fuerza mas que suficiente como para noquear a un hombre adulto de un solo porrazo. Una vez que el tipo se encontrara en el suelo el correría lejos de allí y Marco seria el encargado de llevarse el botín. Su amigo pelirrojo era mas veloz que el, pero no mas ágil. Marco podía saltar obstáculos pequeños con facilidad y también era bueno para brincar cercas y trepar construcciones de un solo piso de altura. Eso era una gran ventaja para así perderles la pista a los posibles perseguidores. Hasta el momento solamente en una ocasión había sido perseguido. Por suerte había logrado escapar de los maleantes sin ser reconocido.

Pasaron diez minutos mas y entonces llego otro cliente. Estaban tardando demasiado en aparecer. A este paso el vendedor se iría antes de que el pudiera ir y revisar que tanto dinero había recaudado ese día. Así que se decidió a esperar quince minutos mas y si ningún otro aparecía, el bajaría para llevar acabo la primera fase del plan. Mientras esperaba imaginaba en que gastaría su parte del botín. La ultima vez que lo habían hecho lograron ganar seiscientos dolares. De los cuales docientos eran para el. Con ello se compro un par de jeans nuevos y le regalo un par de zapatos a su padre. El resto lo guardo como hacia siempre por si tenia una emergencia. Pensaba en invitar a Jackie a salir ya que la ultima vez que salieron, ella se había encargado de pagar los boletos del cine así como de todas la chucherías que consumieron ese día. Se sintió muy avergonzado de eso. Al menos le hubiera gustado pagar una parte. Pero el muy torpe se había olvidado la billetera cuando salio de casa y solo se dio cuenta de ello cuando llego al centro comercial con su amiga. Desde lo mas profundo de su ser algo le dictaba que debía devolverle la cortesía.

Mi Amado Secreto (Starco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora