〖Explosiva ☯ Tōgata Mirio〗

ᶜᵃᵖⁱᵗᵘˡᵒ⁹

— ¡Bakugō-chan!

La Bakugō elevó la mirada mientras llegaba a la entrada de la academia ¿Qué diablos hacía ahí Mirio?

— Tōgata ¿Qué haces parado como idiota ahí? Oí que los de tercero salieron antes. — Comentó mientras esperaba a su hermano menor.

— Estaba pensando en que podríamos ir por un helado ¡Y te esperé! — La Bakugō le miró incrédula ¿En serio llevaba una bendita hora ahí sólo por eso? — Después te llevaré a casa, después de todo no podría estar tranquilo si no lo hago.

— Eso no suena como una... — Ella le miró con el ceño levemente fruncido debido a la confusión.

— ¿Uhm? ¿Una qué? — Mirio sonrió de forma segura, pero aún así sudaba un poco, si ella se daba cuenta que era una cita lo molería a golpes.

T/n le miró dudosa, eso para ella sonaba como una cita, pero Mirio le había dicho que no intentaría ser más que su amigo... Lo tomaría como una salida de amigos, era lo mejor.

— No... Nada. — Negó y entonces mandó un mensaje rápido. — Katsuki puede irse con sus amigos, así que vamos. — Comenzó a caminar y el mayor cerró el puño en señal de victoria.

Había logrado obtener su cita.

— ¡Claro! Dime ¿Cuál es tu sabor favorito de helado?

— Supongo que... — La fémina dijo su sabor favorito y entonces vio como su acompañante lo anotaba en su celular. — ¿Por qué diablos lo anotas? — Le miró como si estuviera haciendo algo fuera de lo común y bueno, puede que lo sea.

— ¡Porque así cuando estés en tu periodo podré llevarte tu sabor favorito! Ahora dime ¿Qué chocolate te gusta más? — Al oír tal respuesta T/n hizo un "x" con los brazos negándose. — ¿Eh? ¡Pero si mi papá dijo que debía saber todo eso! Eso suele funcionar con mi mamá y son felices así. — Murmuró lo último esperando no ser oído para de nuevo no recibir insultos de "solo amigos".

— No lo necesitas, eso ya lo hace por mi Katsuki o Akihiko, no es tu deber. — Suspiró y el rubio le miró insistente. — Tendrás que gastar tu dinero ¿Sabes?

— Guardaré un poco solo para esos días. — Aseguró.

— Ugh... ¿Podrás con la vergüenza de entrar por toallas higiénicas junto con pastillas para el dolor? — Preguntó segura de que se negaría al oír eso, después de todo su hermano casi siempre la insulta quejándose por eso.

— ¿Por qué me debería dar vergüenza? Son para que estés más cómoda ¿No? Yo con gusto compraré todo y te cuidaré.

Al oír eso la Bakugō le miró de reojo para después desviar la mirada ocultando una pequeña sonrisa, agradecía que el chico fuera así de servicial, pero obviamente no lo admitiría.

Algo dentro de ella se sentía cálido.

— Está bien, pero ten en mente que te obligaré a ir por todo eso cada mes, así que ahora dame tu número ¿O si no como te llamaré cuando me esté desangrando por la puta menstruación? — Extendió su móvil esperando que el rubio anotara su número.

— ¡C-Claro! — Rápidamente comenzó a anotarlo mientras se sonrojaba, ella le había pedido su número. — Entonces ¿Te acomodan con o sin alas las toallitas?

Ambos están caminando a la casa de la Bakugō, solo T/n con un helado, ya que, Mirio había visto a una niña pequeña llorando y le regaló su helado.

Algo que se esperaría del rubio en realidad.

— Ah, siento que hice un buen acto, pero en verdad era mi helado favorito. — Se lamentó aunque aún así sonreía.

— Este... Puede que no te guste este sabor. — Extendió su helado. — Pero puedes comer un poco. — Susurró mirando sus pies.

— ¡Que amable, Bakugō-chan!

— ¡N-No es eso, solo no tengo mucha hambre! ¡Maldición ¿Quieres o no?! — Le miró con el ceño fruncido y el contrario agarró el helado sonriente.

— ¡Con gusto!

Todo el camino siguieron compartiendo el helado hasta que este se acabó, al poco tiempo llegaron a la entrada de la casa Bakugō, Mirio estaba más que satisfecho.

Sabía que tenía que devolverse como una hora en tren, pero le daba igual, el solo hecho de saber que T/n llegó sana y salva le hacía tener las energías suficiente para viajar por una hora más a su hogar.

— Bueno... — Ella afirmó su bolso con fuerza. — Ga-- Mierda... Gra-- Ejem. — Tosió y aclaró su garganta intentando decir esas palabras al confundido chico. — Gracias por el helado y la compañía, nos vemos. — Besó su mejilla de forma veloz y entró corriendo a su hogar azotando la puerta al mismo tiempo.

— Ella... — Se tocó la mejilla con una sonrisa y las mejillas coloradas. — ¡Debo llamar a Tamaki y contarle!

Lograr salir con Bakugō T/n ya no se veía tan lejano.