Una historia donde nuestro Tin Tin se enamora de una chica tan explosiva que con solo oír su apellido sabías que no debías meterte con ella, pero ahí iba Mirio y se enamoraba de la hermana mayor de Bakugō explosiones locas.
«Se siente como ¡Boom!»
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Las semanas pasaban con rapidez y una joven de segundo año se encontraba algo pensativa mientras miraba su comida, después de un tiempo les habían permitido ir a visitar a sus familiares y ahora ella no podía ni siquiera comer por aquella presión en su pecho.
Por casualidad o tal vez por el destino terminó escuchando una conversación o "junta" como se había denominado entre los tres grandes, al oír las dudas de los amigos de Mirio pudo comprenderlas y esperaba que el rubio igual, pero que sorpresa se llevó cuando escuchó sus palabras amorosas expresando que nada de eso le afectaba... Tal vez fue en ese momento donde su mente se puso a divagar cada momento y tal vez por esa razón ahora su pobre corazón se mantenía acelerado de solo recordar aquellas palabras, que quiera o no admitir, en verdad anhelaba oír.
— ¿Vas a comer o no, malagradecida? — Su madre le dio un leve codazo esperando que su hija se comenzara a alimentar.
— ¿Uhm? Enseguida.
Al oír aquella respuesta los dos adultos presentes dejaron caer sus utensilios con una rostro sorprendido y cuando T/n menos se lo esperó fue rodeada por sus padres los cuales le tomaban la temperatura y le ofrecían un medicamento para la fiebre.
— ¡No estoy enferma! — Se quejó con el ceño fruncido y allí la mujer rubia suspiró aliviada.
— Ya está siendo grosera de nuevo, todo está bien. — Le aseguró a su esposo que agradeció mentalmente antes de volver a su lugar.
— ¿De qué demonios hablan? — Se quejó y Katsuki le respondió.
— ¿No es obvio? No has comido, le haces caso a la bruja, cosa que me decepciona. — Aclaró antes de proseguir. — Y en especial ¡¿Dónde diablos está nuestro vocabulario de mierda?! — Se quejó apuntándola con un pedazo de carne en su mano.
— Oh...
— Sí, "oh". — Repitió rodando los ojos. — Deja de pensar en ese estúpido nerd y actúa como siempre, es sólo una perdida de tiempo y no te he autorizado para tener novio. — Advirtió de forma severa recibiendo tres miradas incrédulas.
Mitsuki no podía creer la autoridad que se daba a sí mismo su hijo.
Masaru parecía algo incrédulo al notar aquellos pequeños celos en el menor.
T/n sólo elevó una ceja y le propinó un fuerte golpe reiniciando el sistema de su hermano menor, esperaba arreglarlo.
— ¡¿Qué te pasa, anciana?!
— ¡Tú no me mandas, pequeño bastardo! — Le aclaró enfadada. — ¡Y es cosa mía si hago que Mirio sea mi novio, así que lo debes aceptar!
T/n se levantó y subió a su habitación reclamando en voz alta por su hermano, pero ni ella misma se había dado cuenta que ya había proclamado que aquel chico de tercer año sería su pareja, y para peor, lo había hecho frente a toda su familia.
