〖Explosiva ☯ Tōgata Mirio〗

ᶜᵃᵖⁱᵗᵘˡᵒ¹²

Un nuevo día y la hora del descanso había llegado, T/n estaba por salir a comer algo con Akihiko, pero entonces vio a cierto rubio en la puerta que no deseaba ver.

— ¡T/n! — Al oír como la llamaba por su nombre apretó los puños y antes de que dijera algo una explosión mandó al piso al mayor.

— Aléjate de mi maldita hermana, ya hiciste suficiente al jugar con ella siendo que tenías novia, hijo de perra. — La voz molesta de Katsuki se escuchó logrando que Mirio se confundiera.

— Deberías dejar que tu hermana hablara con Tōgata-senpai. — Igarashi comentó y el de primer año negó mientras agarraba la mano de su hermana.

— Tú no la escuchaste cuando llegó a casa ni tampoco estuviste con ella toda la noche viendo películas jodidamente estúpidas, así que no opines. — Le miró de forma afilada y comenzó a jalar a la mayor.

— ¿T/n... ? ¿Acaso tiene que ver con Minami-san? — Al oír el apellido de la chica misteriosa T/n frunció el ceño. — Eso tiene una explicación, no era yo ¡Déjame explicarlo, por favor! — Se levantó rápidamente y la Bakugō contuvo el aire.

— ¿Quieres explicarlo? — Le miró con desdén y el contrario asintió rápidamente. — Mala suerte, me respeto y no pienso oír mentiras ni dejar que me trates como una idiota.

Los días pasaban y todos sus esfuerzo parecían irse a la basura, ella no le miraba, no escuchaba explicaciones, ni siquiera lo insultaba, sólo lo ignoraba.

Era invisible para ella.

Pero no podía dejar pasar eso, no siendo que todo había sido un error, un simple espejismo vanidoso.

— ¡Bakugō T/n! — Su voz retumbó por el lugar de forma autoritaria mientras afirmaba su muñeca con una fuerza moderada.

La chica de segundo año intentó huir, pero la había encerrado en la cabina del conserje y dudaba que pudiera siquiera moverse ahí.

— Déjame. — Ordenó con voz temblorosa por contener la rabia.

— Grítame, golpéame, haz lo que quieras, pero déjame explicarte después de eso. — Le miró serio y la menor pasó saliva.

— ¡Te detesto! ¡Eres un bastardo, un maldito extra que jugó conmigo! — Comenzó a golpear su pecho con brutalidad mientras soltaba pequeñas explosiones intentando no explotar el pequeño lugar por completo.

— Puedes seguir... Suelta todo.

— Sólo respóndeme algo. — Lo miró fijamente mientras sus ojos picaban. — ¿Quién era la que estaba pegada a ti? Ella...

— Minami Lenka, es una compañera de clases y si me dejas explica---. — Se interrumpió a si mismo al oír una risa desganada.

— Ella... Era muy hermosa ¿No? — Apretó la camisa del rubio y apretó los labios reteniendo las ganas de mandar todo al diablo. — Yo... ¿Acaso no soy lo suficientemente buena como ella? ¿No soy hermosa como ella? ¿Por eso todos juegan conmigo? — Unas pequeñas lágrimas comenzaban a asomar. — ¿Por eso hasta tú jugaste conmigo? Yo en verdad quería creer que eras honesto... Pero resultó que eras una mierda igual que todos ¡En verdad ¿ . . . ?! — Antes de que pudiera terminar de gritarle algo cubrió su boca.

Eran suaves y cálidos, era un contacto que la hizo relajarse y al mismo tiempo maldecir.
Los labios de Mirio le gustaban más de lo que debería y ahora mismo su discurso de "me respeto" se estaba por ir a la basura.

— Ahora que ya hablaste, te lo explicaré. — Habló sobre sus labios viendo a una sonrojada T/n. — No era yo, Minami-san tiene un kosei que crea ilusiones que sólo una cantidad de personas en específico puede ver, tú fuiste su objetivo. — Antes de que la Bakugō refutara siguió hablando. — Ella se me confesó y la rechacé porque le dije que estaba totalmente embobado con una chica perfecta para mí llamada Bakugō T/n y que no la dejaría de querer por nada del mundo.

— D-Dijiste que me superarías... — Lo acusó y el mayor acarició su mejilla mientras rozaba sus labios.

— Siendo realistas eso es imposible y además tú tampoco quieres eso ¿No es así, T/n?

— V-Vete a la mierda.

— ¿Ya estamos bien? — Mirio la miró con una sonrisa algo dudosa y la contraria solo soltó un chasquido de lengua mientras asentía a su pesar.

El discurso de "me respeto" ya no valía nada.

— Entonces... ¿Puedo repetir lo de antes?

— Solo bésame, maldición. — Se quejó avergonzada — Después iré a matar a esa perra oxigenada.

— ¡Que linda eres, me encanta verte celosa! Me gustas mucho, T/n.

— ¡Agh! ¡S-Sólo cierra la boca!