PARADISE LOST
Los seres humanos miran el cielo y lo no ven mas que un techo de color azul, moteado de nubes y aveces de estrellas. Si es que se paran a observarlas ¿Hay algo mas hay arriba?
Los angeles buscan seguir las leyes de su padre, se supone...
Mientras los rayos del sol comenzaban a asomarse, sentí como alguien subía a mi estomago y comenzaba a lamer mi cara con su lengua rasposa todo mi rostro, me levante de golpe librándome del animal haciéndolo caer a mi regazo.
-JIMIN—Grite irritado, miles de gérmenes estaban en mi rostro ahora, mire al animal poner ojos de cachorrito, mirándome con clemencia, suspire –Eso es un truco bajo, bestia—Le hable tocando sus orejas.
-¿Llamo?—Pregunto Jimin apareciendo en el marco de la puerta, mire a la bestia y luego a mi ángel, el animal volvió a colocar su mirada de cachorro, tome una bocanada de aire.
-No es nada, solo...quería saber si ya le habías dado de comer—Conteste tocando la cabeza del perro y este lamiendo mi mano a gusto con mi decisión de no delatarlo.
-Asmodes –Grito Jimin, llamando a la bestia, el cual descendió de mi regazo y salió corriendo a su encuentro –Le di de comer –Contesto tomando el rostro del animal acariciándolo—Estuve buscándolo, Gracias por encontrarlo, Asmodes y yo le apoyaremos hoy –Sonrió observándome y luego se dio la vuelta con el perro.
Cuando deje de ver la cola de Asmodes, recordé que me esperaba el día de hoy. Tendría mi entrenamiento con Nam Joon, lo que quería decir que lucharía en contra el guerrero de la destrucción.
Salí de mi cama y me di una ducha, incluyendo una limpieza de cutis. Al terminar observe mi rostro en el espejo.
-Era tan fácil ser modelo—Dije al tan solo pensar que en unas horas mi cara tendría que estar mallugada a golpes por la bestia de Nam Joon.
Mire el regazo de la cama, donde reposaban unas telas blanquecinas. Sobre ellas una nota, con una letra perfecta, que decía "También la vestimenta es esencial para la batalla...Amaliel"
Tome las prendas y sin darle mucha importancia me las coloque, era telas suaves y livianas, me daban facilidad de movimiento y podría ser muy frescas a las hora de pelear. Me mire en el espejo y note que aparte de ser beneficiosas para la lucha también se pegaban a mi silueta marcando por completo mi figura.
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Sali de mi habitación y baje a la sala de estar, ahí se encontraban Jongin y Jimin junto al perro, este perseguía un hueso de juguete mientras que mi pequeño ángel se lo lanzaba.
-Eres un buen chico—Le decía Jimin al recibir el juguete de nuevo.
-Es el mejor de todos—Dijo mi amigo, con los ojos puestos sobre aquel ángel inocente que solo denotaba felicidad.
-¿Qué hacen?—Les pregunte acercándome.
-Entrenábamos a Asmodes—Me dijo Jimin—Mire esto—Coloco una mano en el aire con la palma boca abajo encima del perro, este la observo mientras meneaba su cola—Siéntate—Al decir esto, instantáneamente Asmodes bajo su trasero y se sentó.
