Comienza el entramiento

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Narra Jin

-Debería meterle un GPS—Todo se ponía mas y mas oscuro, mis pisadas se escuchaban con eco y mis oídos comenzaban a notar la pesadez del lugar, el silencio era muy abrumador y no me gustaba—Jimin—Llame en susurro—Jimin si no vuelves Jungkook te va a castigar—Algo cayo detrás de mi haciéndome saltar del susto—Ji-Jimin ¿eres tú?—Algo volvió a caer, sin meditarlo comencé a tener pasos apresurados hasta el final del pasillo, seguí corriendo incluso después de salir de él, cruce a mi izquierda donde encontré una puerta que me llevaba afuera—Detente—Comencé a patalear hablándole al vacio—¿Por qué me tiene que pasarme esto a mi?—Voltee observando el ruido de la noche, podía escuchar búhos, grillos y chicharras, sonidos nada agradables para mí y mucho menos para esos árboles que no se veían nada bien con la pesadez de la noche.

-Jin—Me gire encontrándome con ese cachete regordetes que me habían llevado a ese lugar--¿Qué hace aquí?—Sus manos poco agiles ocultaron algo detrás de su espalda.

-Tratando de descubrir América—El me miro confundido.

-¿América?—Le negué y me acerque.

-No importa, creo que podría descubrir algo mas interesante—Acerque mi mano a su brazo, al tomarlo, rápidamente el tomo el mío impidiendo moverlo. Lo mire impactado por su acto y sin una palabra busque la manera que mi rostro demostrara la decepción que sentía por esa aptitud.

-Lo siento—Respondió ante todo y mostro un plato con un poco de helado. Sonreí para mí mismo y mantuve una expresión seria.

-Si querías comer helado en la noche podrías habérmelo dicho—El negó bajando su cabeza.

-Es que...--Trago grueso—No es para mí.

-¿No?—Le pregunte y el volvió a negar--¿Entonces para quién?

-¿Promete no decirle a nadie?—Me pregunto.

-Jimin ¿A quién podría decirle?—Con confianza, volvimos a la casa, subimos al segundo piso, caminamos por todo el pasillo y llegamos a la ultima habitación, la puerta rechino y entramos con pasos lentos, el encendió la luz y vi un cuerpo en una cama envuelto en sabanas, mis ojos se abrieron como platos y me gire a él--¿QUE HICISTE?

-Hice lo que era correcto—Le negué tomándolo de los hombros.

-Habían otras opciones... ¿Cómo quieres que oculte esto?—El miro al cuerpo y luego a mí.

-No creo que sea tan difícil, usted parece mentir a menudo.

-No podemos...--Lo señale con el dedo índice—Espera ¿Qué? ¿Me estás diciendo falso?—El bajo la cabeza—Para tu información todo lo que ves es tan verdadero como cada palabra que sale de estos hermosos labios... ¿ok?—El asintió, yo solo observaba ese bulto que ocultaba la sabana en la cama—Ahora para mantener el secreto, tenemos que deshacernos del cuerpo...--Trague grueso y mire a mi pequeño ángel cómplice, pude divisar en ese momento por el rabillo del ojo como ese bulto se movía, se sentaba en la cama y se quitaba la sabana de su rostro.

-Se que no soy tan espléndidamente perfecto como tu ¿Pero es lo que me das por ser tu amigo todos estos años?—Me gire confirmando que esa voz que reconocía venia del cuerpo que recordaba.

-¿Jongin?—Me acerque a la cama y observe de cerca los rasguños que tenía en su rostro y una pequeña rama también se hacía notar con una pequeña flor blanca que decoraba la punta--¿Cómo llegaste aquí?

-Tus padres me dieron la dirección angustiados, quise confirmar que de verdad estaba errónea y como lo decía mi intuición no era cierto—Quito la rama de su cabeza lanzándola al suelo—Pero nunca pensé que acabaría un día entero, para llegar aquí...

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