Paradise Lost

Lost

Narra Taehyung

 Caminaba por uno de los miles de pasillos, se suponía que iría al campo de entrenamiento físico. Me gire observando la espalda del querubín al que había acabado de mentirle, trague grueso y apreté mis manos haciendo un puñado de cruces. Los ángeles no deberíamos mentir, pero era tan diferente a todos.

-"Clemencia mi señor, para tu hijo"—Dije mientras observaba como se alejaba.

-Siempre la tiene—Me gire observando la cegadora armadura con sus esplendidas alas.

-Uriel—Baje mi cabeza haciendo una pequeña reverencia.

-Llámame Jooheon—Respondió acercándose—Sabes que no me molesta.

-De acuerdo—Le respondí.

-Taehyung—Me pare recto--¿No deberías estar con los demás?

-E-estoy de camino al templo de los *Galearii—Sus alas se encogieron detrás de su espalda, para darle más movilidad.

-No le dijiste eso al querubín que acaba de irse—Trate de ocultar mi mirada--¿Puede ser que estés mintiéndome?—Me puse nervioso—No, no podrías ¿Cierto?

-Claro que no—Trate de ser más firme.

-Te creo, pero... ¿Por qué luces tan inseguro?—Su mirada se volvió más intensa, intenta apartar la mía pero no pude. Elohí, como se le llamaba a Jooheon en las batallas, me estaba acorralando en estos momentos—Los ángeles no debemos mentir—Inclino su cabeza—Pero si podemos hacerlo—Trague grueso—Como un guardián debería advertirte que las falacias traen desgracias a tu alrededor.

Mis manos comenzaron a sudar, mi mente se alejó un poco, trayéndome las imágenes que había visto ayer. Estaba de camino a mi habitación, cuando escuche una discusión, intente no hacerle caso, pero la curiosidad me llevo a escuchar a hurtadillas, de pie detrás de la primera columna lejos de las dos figuras que se encontraban ahí.

-Entiendes que podíamos desatar una guerra si saben la verdad—Le dijo el que estaba de espaldas a mí.

-Es mejor que sepan la verdad—Se quitó la capucha mostrando su rostro casi de porcelana, Gabriel con una mirada fuerte podría responderle sin decir una sola palabra, pero se limitó a hacerlo—Nuestros hermanos, los débiles humanos, deben de saber la farsa a la que son sometidos.

-¿Los humanos?—Dije en voz baja.

-Pondrías en peligro tanto, todo este tiempo han vivido...

-En una farsa—Lo interrumpió Gabriel—No lo voy a permitir, no es justo.

-¿Desobedecerás al señor? ¿Por ellos?

-Por todos nosotros, sabes que lo que se oculta también nos afecta.

-Por algo no los ocultan...

-Lo ocultan porque no quieren que estemos unidos, a los ojos de él todos somos iguales, ¿Entonces porque nos ocultan la verdad?

-¿La verdad?—Volví a preguntarme a mí mismo en voz baja.

-Esto está mal, no puedes tomar la justicia por tus manos.

-No es hacer mi voluntad, es hacer un sacrificio, como lo hacemos siempre, por ellos, por nosotros.

-Taehyung—Me llamo Jooheon sacándome de mis pensamientos--¿Quieres saber tu verdad?—No lo comprendía, intente negarme pero el solo se giró—La verdad que se te oculta, que nos ocultan y que ocultamos—Entendí su referencia, él lo sabía, estaba al tanto de que había escuchado.