Faltaba poco para el amanecer cuando Carol llegó a casa, no podía creer que había salido de ahí desde la tarde en busca de Paula. Antes de entrar se recargó de espaldas a la puerta, sabía que tenía que dar unas cuantas explicaciones a su chico, pero eso no era lo que la tenía preocupada, en realidad estaba inquieta porque su mente aún estaba atrapada en los besos de Paula.
La semana transcurrió tan rápido y repleta de trabajo que Carol y Paula no tuvieron tiempo para estar a solas, sin embargo, las miradas que se dedicaban hablaban por sí mismas.
Paula esperaba con ansias que llegara el viernes para estar con Carol pues todo el equipo de la serie en la que Luisita y Amelia eran las protagonistas había acordado reunirse para celebrar el éxito de la primer temporada.
La mayoría del equipo había llegado al bar, juntaron varias mesas para que todos pudieran festejar los resultados de su trabajo, Paula intentaba concentrarse en la platica del grupo, pero estaba nerviosa por la llegada de Carol.
Paula sintió un leve roce en el hombro, miró y sintió que iba a desvanecerse en ese instante, era la mano de Carol sobre su hombro, la morena había llegado. Dedicó un saludo a todos y se inclinó para besar en la mejilla a Paula. El beso duro un poco más de lo habitual, ambas necesitaban respirar el aroma que desprendían de su piel.
Carol ocupó un lugar en la mesa que quedaba justo frente a Paula, la morena estaba hermosa, colgó su abrigo en el respaldo de la silla dejando al descubierto un vestido que se ajustaba perfectamente a su cuerpo. ¡Pero lo guapa que es!, pensó Paula sin quitarle los ojos de encima y mordiéndose el labio inferior. Carol no pudo evitar ver la mirada de Paula y le dedicó un guiño que sólo ellas sabían lo que era capaz de provocar en la rubia.
La conexión que se había generado en ese momento entre las dos chicas se desvaneció por completo cuando la pareja de Carol apareció, Paula no lo podía creer, ¿en verdad estaba sucediendo?, el enojo recorrió cada parte de su cuerpo, se suponía que esa noche era de las dos. El joven saludó a todos los presentes, se sentó junto a Carol y tomó la mano que la catalana tenía sobre la mesa, Paula no pudo soportar aquel gesto, se levantó y mintió que necesitaba hacer una llamada urgente, salió del bar, respiró el aire fresco de la noche para calmar la opresión que sentía en el pecho y sacó un cigarrillo de su bolso. Tenía que regresar, pero no quería ver a Carol con alguien más que no fuera ella, estaba molesta y le era difícil ocultarlo.
Más tranquila, regresó con todo el grupo, estaban de lo más felices, compartiendo anécdotas, bebiendo y disfrutando de una deliciosa cena. La rubia no tenía más opción que disimular sus sentimientos y unirse al festejo.
La música comenzó a sonar en el lugar, algunos se levantaron a bailar y otros comenzaron a hablar de algunos temas de la serie. Paula decidió ir a la barra del bar, quería estar sola.
Carol no pasó desapercibido el movimiento de la chica, la siguió con la mirada. Su atención en la rubia fue interrumpida por su chico quien se despidió porque tenía otro compromiso. Cuando la morena estuvo sola de inmediato dejó su asiento y caminó hacia donde estaba la valenciana.
-¡Hola! -. Le dijo Carol a Paula.
Paula observó cómo Carol se sentaba a su lado, no pensaba voltear a verla, decidió ignorarla.
-¿Ya te dije lo hermosa que te vez esta noche? -. Exclamó Carol en tono seductor.
La valenciana intentó levantarse pero Carol la tomó del brazo para impedir que se fuera.
-¿Puedes soltarme?-. Dijo Paula de forma cortante.
-Tranquila, ya está, ya te solté, pero ¿por lo menos puedes mirarme?
Paula miró a Carol con los ojos vidriosos por las lágrimas que estaba conteniendo.
-¿Qué quieres Carol?
-Estar contigo.
-Ya, y por eso has venido acompañada.
-¿Puedes olvidarlo y relajarte un poco?
-¡Por favor! no me pidas algo que no puedo hacer ahora.
-Paula, estoy sola, se ha ido.
-¡Joder Carol! ¡¿Qué estamos haciendo?!
-Vivir, sólo vivir está aventura que el destino nos tenía preparada-. Carol deslizó su mano por el brazo de Paula causándole una corriente eléctrica en todo el cuerpo.
-¡Vaya! Una aventura muy arriesgada y peligrosa.
-Arriésgate con migo a vivir esta aventura.
Paula no podía con lo escuchaba, hace mucho tiempo había tomado la decisión de aventurarse a lo que fuera con tal de estar al lado de Carol.
-Te invito una copa -. Dijo Carol dedicándole una sonrisa traviesa a Paula.
La sonrisa de la morena provocó que todo aquel enojo e incertidumbre que sentía Paula desaparecieran en un instante. El camarero dejó las copas sobre la barra, las dos chicas brindaron, Carol se acercó un poco más de lo debido y Paula fue capaz de sentir su respiración.
-¡Estás preciosa!-. Carol le dijo al oído a la rubia.
-¡Detente! -. Contestó en un susurro la valenciana.
Las dos eran conscientes que a su alrededor habían personas que no les quitaban los ojos de encima, pero la atracción que sentían en el momento era más fuerte.
-Te propongo algo-. Carol se mordió el labio al decirle aquellas palabras a la rubia.
-¿Qué vas a proponerme? -. Se sonrojó Paula.
-¡Una propuesta indecente! ¿Aceptas? -. Carol rozó delicadamente el dorso de la mano de Paula, dejó su copa sobre la barra esperando la respuesta de la rubia sin dejar de mirarla de manera provocativa.
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Nuestro secreto
FanfictionCuando dos almas gemelas se encuentran en el momento equivocado.