"Sal a buscarme"
Me desperté desorientado por ese sueño, últimamente tenía muchos en los cuales Anónima me pedía que la buscará, examinaba día tras día sus cartas, pero no descubría de quien eran. No podía encontrarla. Esa chica debía responder ante mi como con tan burdas palabras me hacía sentir... no sabía la definición.
Me levante de mi cama con otra mañana perfecta como todas las mañanas, monotonía pura y sin sentido más haya de nuestra supervivencia. Por lo caul era soportable.
¡Bom!
La primera explosión del día, era nuestro canto de gallo.
-¿Otra ves?
Emma salió junto a Jake a ver, Emma era la primera opción descartada, hasta yo distinguía el amor que tenía por Jake.-Perdón.
La causante de la explosión era Doll, o al menos ese era su apellido nunca recuerdo su nombre, había llegado hace unas décadas, sus padres escaparan de huecos en latinoamerica, lugar donde se creía no habían llegado, y la anónimos aquí. Junto con su hermana Nina, muy pequeña para ser mi anónima. Su peculiaridad era la velocidad y un gran intelecto de contrición, pero su torpes a causaba explosiones seguidas.Dos golpes en mi puerta me sacaron de la ventana.
-Buenos días Enoch.
La voz de Oliv me hizo levantarme, últimamente estaba muy feliz pues había recuperado a su hermano menor, Oliver, el cual era un cambiante, según Miss Peregrino.-Buenos días Oliv. Bajaré en unos minutos.
Respondi con mi mejor voz.-Entendido.
Respondió y oí sus pasos bajando.Suspiré y me cambie, si la monotonía y rutina dominaban el lugar no había que cambiarlo, mi ropa tampoco variaba, camina, suéter, pantalón, zapatos listo.
Mire sobre la mesa cada carta de Anónima.
-Te encontraré...lo prometo.
Sonríe a las cartas y baje.Al abrir mi puerta decidí cambiar algo de mi rutina diaria.
-Hoy te encontraré.
Abrí con rapidez y salí para encontrar a mi querida Anónima. No resistiría otra carta en un incesante vaivén de palabras dulces que no comprendía.
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Cartas Anónimas.
Hayran KurguEnoch estaba como cada día en su cuarto lejos de los demás niños del hogar, concentrado en su trabajo hasta que se percató de una carta de papel que se deslizaba por su puerta, con curiosidad se levantó hasta ella, la tomo y abrió la puerta, pero no...