Capítulo 18

31 10 0
                                    


 Me meto en una pesadilla de la que despierto sólo para encontrarme con algo mucho peor, cada vez que despierto pienso que por fin se ha acabado, pero no, tan solo es el comienzo de un nuevo capitulo de torturas.

Cuando por fin vuelvo en mí, me quedo tumbado, esperando la siguiente ola de imágenes. Sin embargo, al cabo de un rato acepto que mi cuerpo ha expulsado todo el veneno, dejándome destrozado y débil.

Me encuentro en un agujero cubierto por algunas hojas largas ¿Cuánto tiempo llevo inconsciente? Era por la mañana cuando perdí la razón y ahora es por la tarde, pero mis articulaciones están tan rígidas que puede ser que haya pasado mas de un día.

Trato de estirarme y sentarme despacio, bebo agua a pequeños sorbos. No tengo forma de saber cuántos tributos estarán muertos, esta claro que los hermanos del distrito 3 están muertos, pero recuerdo que antes de caer desmayado escuche un cañonazo ¿Habrá sido de Harry? Hago el esfuerzo por concentrarme y tratar de recordar algo, pero no lo consigo. ¿Habrá muerto alguien mas por las picaduras?

Decido que tengo que moverme, si están vivos deben haberla pasado tan mal estos días como yo y al menos vuelvo a tener ventaja. Me reviso la herida de la pierna y ha dejado de sangrar, las picaduras se han desinflamado pero duelen un poco, eso es buena señal. Tengo que comer algo aunque no tenga hambre, porque tengo que recuperar fuerzas. Me como mis ultimas tiras de carne, unas galletas, un puño de frutos y bebo agua.

Ahora tengo que concentrarme en la única cosa buena que me ha pasado ¡Tengo arco y flechas! Esto le da una perspectiva diferente a los Juegos, cuento las flechas y son doce perfectas flechas de plata, esto me pone muy feliz porque ya no soy presa fácil. Trato de disparar una para probar que tan tenso es el arco y son los mismos que los del Entrenamiento.

Reorganizo mis cosas y tengo que formar un plan, tengo que volver a conseguir agua, porque estoy débil y si me hace falta el agua me debilitaría mucho más. Podría regresar al rio, pero ese es el lugar a donde corrieron después del ataque de las rastrevispulas, así que ese no es un buen lugar.

Me dirijo a la dirección contraria, alejándome de los tributos restantes. No puedo andar demasiado deprisa, pues mi cuerpo no me lo permite, pero mantengo el paso. Al cabo de una hora encuentro un estanque poco profundo, justo lo que necesito. Lleno la botella y le agrego gotas de yodo para que se purifique, en lo que espero me quito la ropa y me meto al estanque, dejo que el agua me relaje los músculos.

Estoy mugriento de pies a cabeza así que empiezo a lavarme el cuerpo con el agua, quitando restos de sangre seca, de lodo y de sudor, después de quedar limpio, decido que puedo lavar la ropa y el sol se encargaría de secarla. Encuentro una piedra donde puedo tallar mi ropa y después de otra hora esta listo, la dejo secando cerca de la orilla mientras yo bebo agua.

Mas fresco me vuelvo a revisar las heridas, las picaduras podría tratarlas con algunas plantas con las que mamá trabaja, pero no recuerdo muy bien cuales eran. La herida que tenia en el ojo ha sanado y solo tengo una costra en su lugar, lo que me preocupa es la herida de la pierna, con tanta suciedad podría infectarse. Me la vendo y me coloco la ropa, sigue un poco húmeda, pero empieza a obscurecer y es mejor buscar un lugar donde dormir.

Las armas las limpio con un poco de musgo, están en perfectas condiciones, solo tienen sangre que termino quitando. Me hecho la mochila y el carcaj al hombro, mientras tengo ya preparado el arco con una flecha por si tengo que disparar. Camino hacia la misma dirección a la que iba, tengo que encontrar un buen árbol, lo bastante alto como para que no me descubran, ya que saben que me gusta atacar desde arriba.

Camino a paso lento, los días en la arena han sido difíciles y estoy agotado ¿Cuántos llevo aquí adentro? Había pasado ya tres noches cuando fue el ataque de las rastrevispulas, pero no sé cuántos días quede inconsciente, esperare a que en el cielo aparezcan los que han muerto. Si es que han muerto personas hoy.

El sol se oculta y no encuentro un buen árbol, los que tengo a mi alrededor son bajos, pero de algo me tienen que servir. Trepo un árbol y acomodo mi saco, espero a que empiece el himno y después de un largo rato aparece. Suena mas fuerte de lo que recuerdo, termina y no aparece ningún rostro en el cielo.

Así que han pasado varios días, hago un recuento mental y podríamos quedar seis personas, si es que nadie mas a muerto. Debo descansar porque no sé cuántos días no ha habido acción y los Vigilantes planearan algo para juntarnos, mañana temprano cazare para tener comida, ya que mis reservas se están acabando. También trato de recordar que tipo de plantas eran las que usaba mamá para poder curar las picaduras, pero no logro recordar. Así que cansado y débil me quedo dormido en cuestión de minutos.

El sol me pega directo en la cara y hace que me despierte, estiro mis brazos, y me tallo los ojos. Tengo que ponerme en marcha así que guardo todo en la mochila, bajo del árbol y me dispongo a cazar. Encuentro un arbusto de bayas, y estaba cortando algunas para comerlas y tener algo de azúcar en el cuerpo, pero al mirarlas bien estas eran mas oscuras, estoy seguro de que estas no son las que comíamos en el distrito 12, así que no me arriesgo y las tiro, podrían ser bayas venenosas.

No camino mucho cuando encuentro un par de conejos y les disparo a los dos, clavando la flecha justo en el ojo. Despellejo a los animales les saco las tripas y me arriesgo a encender una hoguera para cocinarlo, cuando de repente una voz retumba en el cielo.

-¡Atención, tributos, atención!- me quedo helado, porque tenia miedo de lo que llegara a pasar, tomo el arco y preparo una flecha -La regla de que un solo tributo podía ganar ha sido revocada- después se queda en silencio unos momentos y yo aun no logro entender lo que están diciendo. -Podrá haber dos vencederos, siempre y cuando sean del mismo distrito-

Después de esto último entiendo la nueva regla, esto significa que Harry y yo podemos vivir, los dos podemos ganar, si formamos un equipo podemos ganar. El único problema ¿Estará vivo? ¿Seguirá aliado con los profesionales? Me detengo a pensar un poco en que hacer, pero como no tengo certeza de lo que ha pasado en estos días y Harry me había traicionado, así que no le tomo importancia.

Sigo asando mis conejos, hasta que quedan listos, me como la mitad de un conejo, el resto me lo comeré después, bebo la mitad de la botella de agua. Guardo mis cosas en la mochila y antes de levantarme para seguir caminando un botecito esta atado a un paracaídas plateado ¡Mi primer regalo! -Oh gracias, Liam- susurro y abro el botecito. Me encuentro con hojas, me quedo confundido ¿Esto que mierda es? ¿De qué me sirve? Estaba a punto de aventar mi regalo y maldecir a Liam, hasta que al verlas bien me doy cuenta de que son las mismas hojas que las de mi madre, también en el botecito encuentro una nota "Búscalo. LP" la nota me deja confundido, y la palabra búscalo rebota en mi cabeza.

Machaco las hojas hasta que quedan pure y me la unto en las picaduras, se siente el alivio de inmediato, me quedo un rato sentando, observando la nota en las manos, tratando de descifrar lo que me quiere decir, hasta que lo tengo. Y mi primer impulso es gritar.

-¡HARRYYYYY!- mi garganta se desgarra al gritar tan fuerte su nombre. 

Los Juegos del Hambre-Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora