Los Juegos del Hambre-Larry Stylinson

Capítulo 23

No me gusta nada que Blake mate a Joksan o Joksan a Blake, no quiero que muera nadie más, no después de ver el cuerpo de Kendall sin vida. Estos Juegos son una porquería.

-¿Qué te pasa?- me pregunta Harry mirándome con cara de preocupación -¿te duele mucho?-

-Quiero irme a casa- le digo con un tono lastimero, como si tuviera siete años.

-Nos iremos pronto, te lo prometo-

-Quiero irme ahora-

-Vamos hacer una cosa: duérmete y sueña con casa, antes que te des cuenta estarás allí de verdad-

-Está bien- susurro -despiértame si necesitas que monte guardia-

-Yo estoy bien y descansado, ahora yo soy quien cuidara de ti- me da un beso en la mejilla y me recuesto a su lado.

Cuando Harry me despierta ya es de noche, la lluvia se ha calmado un poco, me siento un poco mejor, la herida ya no sangra y puedo sentarme sin marearme, estoy muerto de hambre. Ya no queda mucha comida unos trozos del ave y un puñado de frutos.

-¿Deberíamos racionarlo?- me pregunta.

-No, es mejor comernos todo, de todos modos, la comida se echará a perder y solo nos faltaría acabar enfermos por comer carne en mal estado-

Divido la comida en dos porciones iguales e intentamos comer despacio, pero tenemos tanta hambre que acabamos en un par de minutos y mi estómago no se siente satisfecho.

-Mañana será día de caza- digo.

-No podré ayudarte mucho, no se cazar-

-Yo cazare y tú cocinaras- lo animo. -También puedes recolectar verduras, frutos o raíces-

Empieza a sonar el himno y salimos a ver el cielo, es difícil poder ver con la lluvia, pero es lo bastante claro para saber que hoy no ha muerto nadie, así que Blake y Joksan aún no se han encontrado.

-¿A dónde fue Joksan? Es decir ¿Qué hay del otro lado?- le pregunto a Harry ya que él tuvo mejor oportunidad de ver el campo de batalla.

-Un campo, hasta donde pude ver no hay más que hierbas que llegan a la altura de los hombros, pero de seguro que hay miles de peligros escondidos por ahí, incluyendo Joksan- responde.

No le tomo importancia. -Ojalá Liam nos enviara comida- digo, ya que mis entrañas empiezan a gruñir y es obvio que Harry se da cuenta.

-Tal vez quiera vernos sufrir más- dice Harry riendo.

-¿Cómo crees que lo hizo?- pregunto.

-¿Hacer qué? ¿Quién?-

-Liam ¿Cómo crees que haya ganado los Juegos?-

Harry piensa la respuesta un rato -Pues es fuerte como Blake o Joksan, es lo suficientemente guapo como para tener patrocinadores y es listo, puedo asegurar que más listo que los demás. No había forma que no ganara los Juegos-

Asiento con mi cabeza y dejo el tema ya que Liam nos puede estar escuchando y no creo que sea muy cómodo para él. Nos revisamos las heridas y nos colocamos más pomada, están casi sanas. Esta pomada debe de ser del laboratorio del Capitolio. No nos queda nada más que hacer así que nos acurrucamos y nos quedamos dormidos, abrazados. Compartiendo nuestro calor.

El sol sale al fin, su luz entra por algunas grietas e ilumina la cara de Harry, siempre he pensado que las personas se ven más jóvenes y felices durmiendo, Harry no es la excepción, podría despertar todos los días con él a mi lado.