Salgo de la cueva y me coloco las gafas, me paso una hora recogiendo rocas y haciendo todo lo posible por camuflar la abertura de la cueva. Después de un tiempo me siento satisfecho, ahora la cueva parece formar parte de una pila de rocas como muchas que hay cerca. Deje un espacio donde se puede entrar y salir sin problemas y si no regreso del Banquete Harry estará escondido, pero no atrapado.
Es hora, empiezo a caminar todo lo prisa que me atrevo. Las gafas son extraordinarias, pero el bosque me parece distinto hay partes que desconozco, como si los árboles, y flores del día hubieran ido a dormir y los hubieran remplazados unas versiones más siniestras.
Sigo el mismo recorrido que me acuerdo, en el camino no hay rastro de los demás tributos, ni una nube de vaho, ni una rama moviéndose, nada. Eso me empieza a aterrar porque tal vez ellos ya buscaron un lugar por la noche y yo no tengo ni idea de cuál será mi plan.
Cuando llego a los alrededores de la Cornucopia me meto dentro de la maleza para no ser visto, todavía quedara alrededor de una hora para amanecer, me quedo quieto en donde estoy volteando a ver frecuentemente a mi alrededor por si logro ver a alguien.
¿Supondrán que Harry viene conmigo? Puede que los profesionales sepan que Harry mato a Adley, pero los demás no tendrán ni la menor idea. Lo que me viene bien, porque quizá crean que Harry me está cuidando las espaldas.
El cielo empieza a pintarse de naranja y los primeros rayos de sol aparecen, me quito las gafas y me preparo para lo que tenga que hacer. De un momento a otro el suelo delante del Cuerno se divide en dos y surge una mesa con cuatro mochilas, cada una marcada con el número del distrito, veo un 1, un 5, un 11 y el 12 ¡Esa es mi mochila!
A los pocos segundos sale una figura corriendo a toda velocidad, es la misma chica de pelo rojizo que recuerdo en la repetición de las Elecciones, toma la mochila con el 5 y se aleja hasta desaparecer entre los árboles.
Estoy tan enojado porque ese debió de ser mi plan, nadie la perseguirá porque están las demás mochilas en las mesas y nadie desperdiciaría un banquete por ir tras un tributo.
Miro alrededor y no veo a nadie así que tomo fuerte mi arco y empiezo a correr hacia la mesa, corro lo más rápido que puedo. Cuando llego a la mesa tomo la mochila y antes de poder alejarme un cuchillo pasa rozando mi oreja, preparo el arco y la flecha y diviso a Kendall, disparo, pero mi flecha se clava en su brazo izquierdo y no en el corazón.
Cuando estoy a punto de preparar otra flecha, ella actúa más rápido y lanza otro cuchillo haciéndome un corte en la frente solo porque me agache lo suficientemente rápido para que no se me clavara en la cabeza. Me ciega un ojo y me llena la boca de sangre, me tambaleo y retrocedo trato de disparar, pero ella se lanza sobre mí, me derriba boca arriba y me sujeta los hombros contra el suelo con las rodillas.
"-Se acabó-" pienso y por el bien de mi familia espero que sea rápido.
-¿Dónde está tu novio? ¿Sigue vivo?- me pregunta con voz irónica.
-¡HARRYYYYYYY!- grito con todas mis fuerzas, esperando que ella piense que está cerca.
Me da un puñetazo en la tráquea, lo que sirve a la perfección para callarme, pero ella mueve la cabeza buscándolo.
-Mentiroso- dice sonriendo -Esta casi muerto, Adley tuvo que haberlo herido antes de que muriera. Seguramente lo tienes atado a un árbol mientras intentas que no se le pare el corazón ¿Qué hay en esa mochila? ¿La medicina para tu novio? Qué pena que no la vaya a ver-
Eso me hace enfurecer así que le escupo la sangre que tengo en la boca y le salpico la cara, tuve que pensarlo dos veces, podría haberme matado rápido y estoy seguro que con esto me torturara. Kendall se abre la chaqueta y veo que esta forrada con una impresionante colección de cuchillos. Selecciona un cuchillo con una hoja curva.
ESTÁS LEYENDO
Los Juegos del Hambre-Larry Stylinson
Fiksi PenggemarLouis, un chico de dieciocho años que, desde los doce años se ha encargado de poner comida en la mesa para alimentar a su hermana pequeña Lottie, su madre y a él. Y es que vivir en un distrito donde abunda la pobreza solo te queda sobrevivir, pero ¿...