✯𝐓𝐚𝐤𝐞 𝐚 𝑯𝒊𝒏𝒕✯

❀3❀

Tori Vega.

Comencé a caminar de vuelta a casa, sí, a caminar, pues mi querida hermana había decido salir con un chico y yo había dejado mi billetera en casa.

El sol se estaba comenzando a poner, la noche pronto se haría presente...

Quizás diez o quince minutos me faltaban de camino, sin embargo, un recuerdo impactó contra mi mente, me hizo frenar en seco, en medio de la acera.

Algunos transeúntes me miraron extraño por lo que acababa de hacer, pero yo estaba petrificada.
Había recordado algo... Algo del pasado.

Una escena similar a la que estaba viviendo en ese preciso momento, pero tan alejada a la vez... Una persona se vino a mí mente...

..Jade...

FLASHBACK

DOS AÑOS ANTES.

Caminaba a las ocho de la noche de vuelta a casa, entre mis brazos llevaba algunos libros, pues venía de la biblioteca.
Mis anteojos estaban un poco caídos por mi nariz, sin embargo no me importaba.

El tiempo se me había pasado volando mientras leía un libro en aquél lugar; tanto que se me había olvidado mirar el reloj y ahí estaba, caminando a casa por un horrible callejón oscuro, donde mis únicas compañías eran aquellos libros que llevaba abrazados a mí.

Estaba temblando un poco...

¡No me culpen! Estaba demasiado oscuro y escuchaba pasos aproximarse a lo lejos a donde estaba caminando yo...

«Demonios... ¿Qué he hecho?» me reprendía mentalmente una y otra vez.

Sentí varios pasos aproximarse a mí, sin embargo un coche que parecía ir a toda prisa paró cerca de mí.

Mi corazón se detuvo.

«Seguro es un secuestrador, adiós mundo cruel...» Quizás lloriquear mentalmente, no servía de mucho, pero no lo haría en voz alta ni loca.

El vidrio tintado de negro del coche bajó y pude ver unos brillantes ojos claros desde adentro, mirarme con gracia.

—Eh...—me llamó una voz ronca y a la vez aterciopelada—¿Tori Vega? —pronunció mi nombre la chica que estaba en el auto.

—E-esa soy yo... —tragué saliva nerviosa, ella me miraba con gracia. Miré a mis alrededores, todo estaba más claro, al parecer las personas que venían detrás de mí se habían marchado o quizás no había sido nadie, quizás sólo mi imaginación...

—Súbete.—me ordenó la chica. Abrí mi boca sorprendida.

—¿¡Qué!? ¡Estás loca! ¿¡Quién diablos eres!? ¿Cómo sabes mi nombre? —dije alterada, ella sólo sonrió maliciosamente.

—No lo sé, quizás porque vives al lado de mi casa... —habló tajante—No importa, me iré de aquí. Cuidado con los asaltantes.—tomó el volante y la palanca de cambios.

—¡No! ¡Espera! —la frené, ella sonrió cínica y con malicia me miró de nuevo.

—Entra y ya, Tori...—rodó los ojos y yo tragué saliva, finalmente entré.

Ella arrancó el motor y con una hermosa postura empezó a conducir, la observé por unos segundos hasta que finalmente decidí aclararme unas cuantas dudas.

"Que hermosa eres..." Pensé.

—¿Quién eres? —fue lo que le pregunté interrogante.